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Vargas Llosa habla de su paso por Cuba y del tiempo que le tomó dejar el socialismo


En la fotografía aparecen José Lezama Lima, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa, Jaime Sabines y Edmundo Aray en la Casa de las Americas, La Habana en 1965. Cela y Vargas Llosa fueron miembros del jurado.
En la fotografía aparecen José Lezama Lima, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa, Jaime Sabines y Edmundo Aray en la Casa de las Americas, La Habana en 1965. Cela y Vargas Llosa fueron miembros del jurado.

"Fui bañado en mugre", dijo recordando sus años de adhesión al castrismo. "Pero recuperé un espacio de libertad que no sabía que había perdido. Nunca desde entonces he dejado de decir lo que pienso", aseguró.

El quiebre final del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa con el socialismo y específicamente con el régimen de Cuba vino a raíz del Caso Padilla, en 1967, cuando el autor de Conversación en la catedral protestó ante la detención del poeta isleño Heberto Padilla, supuestamente un contrarrevolucionario, y ya para siempre se acabó su adhesión a la utopía, según contó en una conferencia ante un repleto auditorio de la Biblioteca Nicanor Parra de la Universidad Diego Portales, en Santiago de Chile.

El escritor peruano habló sobre su adhesión inicial a la revolución castrista y que visitó la isla por primera vez en 1962, para cubrir como periodista la Crisis de los Misiles, y quedó hipnotizado: "Vi un país que parecía vivir en el fervor de la igualdad. Era una revolución libertaria", contó.

Lo primero que despertó sus sospechas fueron las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), virtuales campos de detención cubanos por los que Vargas Llosa le escribió una carta al propio Fidel Castro.

Este lo recibió a él y otras personas para calmar sus dudas: de ocho de la noche a ocho de la mañana les habló, pero la perorata no lo convenció sino que sembró más dudas en el literato.

"Fui bañado en mugre", dijo recordando esos años. "Pero recuperé un espacio de libertad que no sabía que había perdido. Nunca desde entonces he dejado de decir lo que pienso", aseguró.

Su paso por el Partido Comunista

Corría el año 1953 y Vargas Llosa, con 18 años, militaba en Cahuide, una célula del clandestino Partido Comunista Peruano, durante la dictadura de Manuel Odría, según publica hoy El Mercurio.

Con el marxismo no tenía dudas, pero no podía tragarse el realismo socialista en la literatura.

"Camarada, tú eres un subhombre", le dijo de golpe un compañero de célula cuando lo escuchó defender al poeta W. B. Yeats, y ésta fue una de las razones por las cuales terminó abandonando el partido, pero le costó dejar el ideario, recuerda el Premio Nobel de Literatura.

Casi 20 años demoró en desilusionarse del socialismo, relata.

"Todos los intentos por arraigar las utopías en sociedad nos han traído fracasos", dice hoy Vargas Llosa, figura central de la narrativa latinoamericana de los últimos 60 años y uno de los más activos escritores en describir el panorama político de la región.

Según Vargas Llosa, su ruta política es también la de su continente: "De cierta forma, es la evolución que ha vivido la propia América Latina (...). Por primera vez nuestros gobiernos tienen, con excepción de Cuba y Venezuela, un consenso democrático y a favor del libre mercado", sostuvo.

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