Con el fenomenal Aroldis Chapman canjeado a los Yankees de Nueva York, otros dos cubanos de primera línea en las Grandes Ligas beisboleras, Yoenis Céspedes y Yasiel Puig mantienen abiertos sus closets a la espera del uniforme que vestirán en la temporada 2016.
No le importó al equipo más veterano de la Gran Manzana cierto capítulo de violencia doméstica en el entorno de Chapman –se dice que con disparos incluidos– porque las balas que el zurdo holguinero suelta desde la lomita son suficientes para los toleteros rivales, y Nueva York busca con él nuevas armas que lo lleven al Clásico de Octubre.
Sin que una permuta estuviera programada en su palmarés, pero igualmente enredado en un incidente fuera del terreno, Yasiel Puig aparece todavía en la nómina de Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo –y desgraciadamente– crecen los rumores acerca de una eventual negociación que lo sacaría del equipo: cierta trifulca en un cabaret en Miami se ha sumado en fecha reciente a las malas relaciones del cienfueguero dentro del club house.
Yoenis Céspedes es harina de otro costal. El nativo de Campechuela, un hombre que me hace recordar con sus modales el aura que acompañó al habanero Orlando "Duque" Hernández desde su llegada al Big Show, es agente libre y aguarda todavía por un contrato.
Dos veces ganador del Derby de jonrones, pieza importante en cada uno de los elencos que ha defendido en su todavía corta carrera de big leaguer y artífice del boleto de los Mets hacia la postemporada, Céspedes tuvo en la Serie Mundial más reciente su único pecadillo, mal al bate y a la defensa.
Como el más veterano de los tres peloteros analizados en este comentario –¡a sus 30 añitos!– el toletero oriental se la ha visto difícil para alcanzar su anhelo de agente libre, la rúbrica de un contrato multianual.
Céspedes va a firmar por muchos millones, que nadie lo dude, pero en este mundo libre y competitivo todos aspiramos a más. La primavera está al doblar de la esquina –y con ella el florecimiento del béisbol de las Mayores– los entrenamientos más cerca aún, así que el futuro del hombre del oriente de Cuba no demorará en conocerse.
En la isla, mientras tanto, donde la afición añora a estos estelares –como a Escobar y Alexei, a Brayan Peña y "Candelita" Iglesias– la disminuida Serie Nacional transita por su segunda etapa.
Clasificaron, y luchan por el título: Ciego de Ávila, Pinar del Río, Holguín, Isla de la Juventud, Las Tunas, Industriales, Granma y Matanzas.
Quedaron en el camino: Camagüey, Guantánamo, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos, Artemisa y Mayabeque, integrantes de un campeonato que se dice de élite, pero que tiene verdaderas fuerzas para formar cuatro o seis clubes, no para los 16 que tercamente el Gobierno mantiene en lidia.
