"Ellos tienen las armas, que se jodan, nosotros el champaña": el dibujo de tapa del número de Charlie Hebdo que se publicará el miércoles es una respuesta directa a los atentados de París por parte de la redacción del semanario, diezmada por un ataque yihadista el 7 de enero.
Un hombre que bebe y baila con el cuerpo baleado y una botella de champán en la mano, desafía a los autores de los atentados que tuvieron por blanco lugares festivos de la capital francesa. La dibujante Coco lo representa con fondo rojo y el champaña que surge de los agujeros causados por las balas.
Pocos días después del atentado de que fue blanco por haber publicado caricaturas de Mahoma, Charlie Hebdo mostró su resistencia a los yihadistas al publicar otra caricatura del profeta del islam que proclamaba "Je suis Charlie", pero con un inesperado y tierno título: "Todo está perdonado".
"Sangre y lágrimas, profetizaba Churchill. En ello estamos", escribe esta semana el redactor en jefe del periódico, Riss, en su editorial.
"Sin darse cuenta, los parisinos de 2015 se han convertido un poco en los londinenses de 1940, decididos a no ceder, ni al miedo ni a la resignación, ocurra lo que les ocurra", agrega. El editorial insta a relanzar el debate sobre el islam, que "desde hace unos veinte años se ha convertido en un campo de batalla en el que los radicales quieren exterminar a los no creyentes y someter por la fuerza a los moderados".
"Evitar el escollo de la división no debe hacernos renunciar al derecho a criticar la religión so pretexto que su ejercicio irrita a veces. Entre todas las libertades fundamentales que forman nuestras vidas, los asesinos quisieron eliminar también esa libertad el viernes", estima Riss.
