El 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo, con el que los checos conmemoran hoy la vuelta a la democracia en 1989, ha suscitado un recuerdo de las "víctimas" de una transición que para muchos ha sido dolorosa.
"Se han conseguido bastantes cosas desde 1989, pero unos cuantos se convirtieron en víctimas de la transformación, se quedaron sin puesto de trabajo, porque fue anulado o se les despidió", declaró a los medios el primer ministro, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka.
Sobotka y varios miembros del Ejecutivo de coalición de centro izquierda hicieron una ofrenda floral en el monumento que recuerda la marcha estudiantil de la Avenida Nacional de Praga, y que fue reprimida con crudeza por las fuerzas del orden en la noche del 17 de noviembre de 1989.
"Hay regiones como el norte de Moravia o Silesia con alto desempleo. Tenemos unas cuantas cosas por hacer pero es un desafío ya que existen posibilidades de hacerlo, contamos con libertad y la gente puede cambiar el Gobierno, lo que no era posible antes de 1989", añadió el líder socialdemócrata. Pero Sobotka hizo sobre todo énfasis en la necesidad de "un Estado en el que no se robe el patrimonio público, un Estado que respete la dignidad de la gente y asegure condiciones adecuadas".
Su ex correligionario y actual jefe de Estado, Milos Zeman, restó este fin de semana significancia a aquella protesta estudiantil, "una de tantas por aquellos años", lo que le ha valido numerosas críticas, que serán hoy de nuevo aireadas con una marcha por el centro de Praga.
A este respecto, Sobotka afirmó que "en 1989 había una atmósfera de gran sentimiento de nación, de interés mutuo, de gran solidaridad entre la gente. La nación se unió en su deseo de libertad y democracia. Y sería mejor que después de noviembre la nación se una, y no se rompa".
El ex presidente checo Vaclav Klaus ha opinado también sobre el 17 de noviembre de hace 25 años: "Fue un día clave para nosotros y para toda la generación, tanto aquí como en Eslovaquia, y no querría que lo olvidáramos y que nos roben la interpretación de este período". Sobre el estado de opinión prevalente, Klaus indicó: "No creo que la gente esté decepcionada. Cada cual se olvida del pasado y de las cosas. Es una cuestión de libertad individual elemental".
Para hoy hay convocados en Praga veinte mítines o manifestaciones, entre las que destaca un concierto de estrellas del pop o la Peregrinación de Terciopelo, con figuras alegóricas y burlescas, que pretende ser una sátira en alusión a las asignaturas pendientes de la transformación democrática checa y a los restos del régimen totalitario anterior.
También habrá una cadena humana por el centro de la ciudad para recordar aquel momento histórico en el que se exigió al régimen totalitario que abandonara la escena política.
El presidente Milos Zeman también recibió a sus homólogos del Grupo de Visegrado, integrado por Eslovaquia, Polonia, Hungría y la República Checa, y de Alemania.
La organización Post Bellum entregó varias condecoraciones de la Memoria de la Nación a personas que sufrieron persecución durante el comunismo, y entre los que en esta ocasión figuran alemanes, eslovacos, polacos y húngaros.