Santiago de Chile -Los chilenos han exigido del Vaticano que oiga sus reclamos por presuntos encubrimientos de los abusos sexuales, especialmente por los que tienen que ver con los cometidos por el sacerdote Fernando Karadima. El Papa Francisco -luego de vacilaciones- está dispuesto a escucharlos.
Sin embargo, cuando parecía que comenzaban a disiparse las nubes para iniciar una averiguación a fondo con el enviado del Papa a Chile para investigar el caso Barros, el recien llegado tuvo que ser hospitalizado por problemas de salud.
El arzobispo de Malta, Charles Scicluna cayó enfermo cuando iniciaba las audiencias sobre el caso que ha implicado al obispo de Osorno, Juan Barros, por presunto encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
Scicluna manifestó problemas en la vesícula y fue trasladado hasta un centro de asistencia de la Universidad Católica, en Santiago donde fue operado de urgencia.
Pese al traspié, el proceso de averiguaciones no se ha interrumpido y el enviado fue sustituido de inmediato por el sacerdote Jordi Bertomeu, quien lo ha acompañado desde las primeras reuniones con las personas que han querido aportar elementos sobre el caso que rodea a Barros.
El secreto
Los encuentros con los testigos tienen caracter secreto y están destinados a recoger la información necesaria para aclarar las denuncias de encubrimiento del caso.
La Nunciatura ha pedido "un relato previo, por escrito, que detalle los elementos que tienen interés en exponer durante la entrevista personal", según informó la Conferencia Episcopal chilena.
"Los documentos serán entregados, en el respeto de su carácter reservado, sin revelar sus identidades".
El Papa en Chile
El reciente viaje del Papa a Chile en enero se vio envuelto en una polémica tras insistir el pontífice en su defensa del obispo Barros, si bien reiteró su condena a los abusos sexuales y pidió perdón a las víctimas.
Súbitamente, a su regreso, el 30 de enero eel Papa decidió enviar al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, "para escuchar a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen en torno a la situación del obispo de Osorno, Juan Barros", según informó el Vaticano.
Escándalos
Los casos de abusos sexual que implican a miembros de la iglesia católica son múltiples y hay víctimas que aseguran que la jerarquía religiosa sabía de ellos y guardó silencio.
El primer altercado conocido fue en 2003, cuando la justicia chilena condenó a un religioso, José Andrés Aguirre, por nueve delitos de abusos sexuales en contra de menores. Pero el año anterior Francisco José Cox, obispo de La Serena, en el norte del país, fue acusado del mismo delito y sin llegar a ser juzgado, fue recluido en un monasterio.
Al año siguiente estalló otro escándalo de enormes proporciones del conocido parróco de El Bosque, una comuna de la capital, Fernando Karadima. En medio de las acusaciones, las víctimas señalaron al obispo de Osorno, Juan Barros, como encubridor de los delito de Karadima quien era su amigo y director espiritual.
Pilatos
El Papa Francisco está hoy en un callejón sin salida: o le cree a los numerosos testigos que dicen que Barros hizo vista gorda de los pecados de Karadima o mira más allá y dicta al final, una tibia resolución que no convencerá de nuevo a nadie.
Ya las acusaciones en contra del prelado fueron respondidas por el Papa en su viaje a Chile como "armadas" por "rojos y zurdos...."
En esa ocasión dijo: “Osorno (la provincia chilena) sufre porque sí, por tonta, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente”.(...) “Yo soy el primero en juzgar y castigar a alguien con acusaciones de ese tipo, pero en este caso no hay ni una prueba, al contrario, de corazón se lo digo”.
¿Se lavará las manos Jorge Mario Bergoglio, como ha sucedido con Las Damas de Blanco de Cuba que son constantemente perseguidas por querer ir a misa y defender los derechos de los presos políticos, y con el caso del opositor pacífico Zaqueo Báez Guerrero, quien intentó entregarle una carta durante su visita a Cuba en septiembre de 2015?
Báez y otros dos opositores intentaron hablarle al Papa, pero fueron violentamente arrestados, golpeados, encarcelados sin que hubiera ningun tipo de intervención por parte del Papa, quien fue recibido durante esa visita por Fidel Castro.
Todo Chile está pendiente hoy de la decisión del Jefe de la Iglesia Católica, con respecto a los escándalos sexuales y sus encubrimientos y lo que diga probará la fe de millones de creyentes.