La policía del Capitolio de Estados Unidos bloqueó todas sus instalaciones después que un hombre se suicidara en las inmediaciones del Legislativo y se encontrara un paquete sospechoso en la Avenida Pennsylvania, que conecta el Congreso con la Casa Blanca.
Tras escuchar el sonido producido por el arma, varias agencias de las fuerzas de seguridad, incluyendo el Departamento de la Policía Metropolitana, bomberos y servicios médicos de emergencia se desplazaron al lugar de los hechos.
La portavoz de la policía del Capitolio estadounidense, la teniente Kimberly Schneider, declaró al diario The Washington Post que el incidente tuvo lugar en la fachada oeste del edificio y que no había "evidencias de un acto de terrorismo".