El triunfo de Iván Duque en Colombia ha sido una bofetada, no solo al régimen de Nicolás Maduro, sino también a quienes desde Cuba llevaron a la hecatombe al país boliviariano.
Con millones de venezolanos desplazados, los colombianos recogieron el simbolismo que esto representaba y optaron por quien les ofrecía un cambio hacia la derecha, alejando el peligro de otro gobierno izquierdista en la región.
En las urnas, la visión de una Venezuela en pedazos, sin esperanzas y sometida a los caprichos de lo que dicte La Habana, fue lo suficientemente fuerte como para inclinar a los votantes hacia el candidato del partido uribista Centro Democrático, Iván Duque.
Pero no sólo la imagen de una Venezuela destruida y agonizante estuvo en las mentes de los sufragistas, también lo estuvo el ejemplo de las muertes y el sufrimiento de Nicaragua, en manos del izquierdista Daniel Ortega.
Venezuela
La victoria de Duque fue recibida al otro lado de la frontera con alegría y alivio por parte de los opositores al régimen de Nicolás Maduro.
Pero también con preocupación por la gran cantidad de votos del exguerrillero, Gustavo Petro.
A los venezolanos les retumba todavía la frase "por ahora", pronunciada por Hugo Chávez luego del fracaso del golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez, el 4 de Febrero 1992 en Caracas.
Las palabras de Petro se asemejan a las declaraciones emitidas por Chávez cuando reconoció los hechos del fallido golpe de Estado y pronunció el mítico “por ahora” que advertía su regreso.
Aunque Petro, reconoció la victoria de su rival, el derechista Iván Duque, no se consideró derrotado. “¿Cuál derrota? Ocho millones de colombianos y colombianas libres en pie. Aquí no hay derrota. Por ahora no seremos Gobierno”, escribió Petro, en su cuenta de Twitter.
La región
Tras los fracasos del Eje Caracas-La Habana en Argentina y Chile, la región de América Latina ha seguido sacudiéndose el lastre comunista. México y Brasil quedan en la palestra, con sus comicios de julio y octubre respectivamente.
El vuelco hacia la derecha de los países de la región se debe al temor de repetir los errores de la izquierda, que desde Hugo Chávez, trató de apoderarse de todo el continente.
El venezolano Marcial Aguirre señaló en un twitter: "Bravo Colombia, el drama de Venezuela es que no escuchamos consejos. Carlos Andrés Perez predijo exactamente lo que ocurriría si elegían al maldito demonio del Chávez. Y maldito Caldera por haberlo dejado libre. Y estúpidos todos los venezolanos que no reconocen toditas las señales de comunismo corrupto barato y el manipulamiento cubano. Lo estamos pagando. Ese es nuestro drama".
Blanca C. también otra venezolana apunta: "Chávez ganó ya que la gente soñaba y anhelaba tener otro Pérez Jiménez, y el militarucho de bajo rango, el Chávez los engañó, el engaño fue fácil hacerlo a causa del descontento del pueblo hacia los Adecos-Copeyanos por el incumplimiento de las promesas de progreso. Unan la corrupción, la degradación de la situación personal y la del país de esos días. Muchos pensaron que el psicópata Chávez sería un nuevo Pérez Jiménez ya que también era militar y además hablaba bonito lo que convenció a los ignorantes. Nadie podía creer que Venezuela sería otra Cuba, ya que nadie podía imaginarse que luego del fracaso cubano otro pudiese querer destruir a su patria como lo hicieron los Castro. Lo que me indignó fueron los que lloraron la muerte del engendro de la Sabaneta y luego votaron por el Inmaduro. En esa elección, aparte del fraude, hubo muchos masoquistas que votaron por el inmaduro".
Luis Alfonzo saca cuentas y dice: " Hubo 20 millones de votantes, según el CNE. Maduro ganó con un poco más de 6 millones de votos, con una abstención de más de 54%, cuando legalmente habrá sacado unos 2 millones cuando mucho... y eso entre militares,enchufados del gobierno,familiares de los mismos y allegados beneficiados de éstas ratas ladronas.
Eso quiere decir que de 20 millones de venezolanos, entre la abstención,los que votaron en contra y la trampa que hicieron, alrededor de 18 millones de venezolanos no quieren a esta basura ni su gobierno, pero como se hace, si el CNE y los militares están controlados por el gobierno...Tenemos las manos atadas".
Duque tomará el poder a partir del próximo 7 de agosto de las manos de Juan Manuel Santos.
Los suspiros de alivio son "por ahora", porque hay que recordar que la izquierda nunca duerme.