La compañía italiana MSC Cruises, investigada por la explotación de trabajadores cubanos, está utilizando sus barcos como hoteles en el Mundial de Fútbol de Catar.
Tres naves pertenecientes a la empresa, una de las más grandes de su tipo del mundo, están atracados en el puerto de Doha de Catar para brindar suntuosos alojamientos a las WAGs (esposas y novias de los futbolistas) y otros fanáticos de la Copa del Mundo que comenzará el 20 de noviembre en ese país árabe.
“A raíz del próximo comienzo del mundial de fútbol en Catar, no pocos países y medios de comunicación se preguntan si apoyar a un país macro violador de los derechos humanos es algo que sea permisible, especialmente por lo que acontece en el mundo actualmente”, indicó a Radio Televisión Martí, Javier Larrondo, presidente de Cuban Prisoners Defenders, responsable de la denuncia, a principios de este año, contra MSC.
Los propietarios de MSC Cruises están siendo investigados por la Corte Penal Internacional (CPI) por emplear a más de mil trabajadores cubanos en condiciones de esclavitud.
Los cubanos eran contratados para trabajar en los lujosos transatlánticos por apenas 118 euros al mes en tanto que el 80% de los salarios iba a manos de las autoridades de la Isla.
“Su implicación era la del beneficiario necesario por el ahorro inmenso al contratar marineros al coste de unos cientos de euros frente a contratar europeos a coste de más de 4.000 euros y como presunto coadyuvante de esta situación, situación a la que MSC jamás dio respuesta satisfactoria”, señaló Larrondo.
En enero de 2021, MSC respondió en un comunicado que ya no empleaba a trabajadores cubanos:
"Como todas las compañías navieras, cuando teníamos operaciones en Cuba, lo cual ya no hacemos, teníamos que contratar a nuestros tripulantes cubanos a través de Selec Mar, que era un requisito de las autoridades cubanas. Si bien siempre hemos pagado el salario completo de todos los miembros de la tripulación empleados en nuestra flota, los requisitos reglamentarios locales significaron que parte de esto se entregó a las autoridades cubanas para su asignación a las familias de los miembros de la tripulación cubanos”.
Este caso “muestra, además, la complicidad de funcionarios de estas navieras que en franca violación de los convenios y normas internacionales del trabajo de la OIT [Organización Internacional del Trabajo], específicamente los Convenios 29 y 105, que definen el trabajo forzoso como todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera”, apuntó Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC).
Otra de las acusaciones de los cubanos empleados es que los funcionarios de MSC retenían sus pasaportes, indica el informe de Prisoners Defenders.
“El régimen cubano ha utilizado por décadas su desproporcionado poder sobre los trabajadores en el exterior, a través de innumerables mecanismos coercitivos y de chantaje que van desde la amenaza de separación familiar, hasta el robo del salario”.
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