El Departamento de Estado de EE.UU. condenó “en los términos más enérgicos posibles” el asesinato de una niña israelí de 13 años que fue salvajemente acuchillada el jueves por un terrorista palestino.
Hallel Yaffa Ariel fue apuñalada en repetidas ocasiones por el hombre que entró en su dormitorio, el jueves por la mañana. Otro hombre resultó gravemente herido en el ataque terrorista ocurrido en el asentamiento cisjordano de Kiryat Arba.
La víctima fue llevada de urgencia al Centro Médico Shaare Zedek en Jerusalén inconsciente, sin respirar y en estado crítico. Los médicos no pudieron salvarla.
Un reporte de la Fuerza de Defensa de Israel, IDF precisa que la vivienda es contigua a una cerca divisoria y que el atacante la saltó, desencadenando una alerta, luego entró en la casa y atacó a la niña mientras dormía. El agresor fue abatido por los soldados.
“Este brutal acto de terrorismo es simplemente inconcebible”, señala la nota de la cancillería estadounidense firmada por el portavoz John Kirby. “Hacemos llegar nuestras más profundas condolencias a su familia. También entendemos que otro individuo que estaba respondiendo al ataque fue herido por el atacante. Le hacemos llegar nuestras esperanzas de una rápida y completa recuperación”.
El hombre judío, de 31 años de edad, también sufrió múltiples heridas de arma blanca y de bala al tratar de responder al ataque, según funcionarios de rescate y el hospital.
El acto terrorista fue similar a un incidente ocurrido en enero en el que una madre judía, Dafna Meir, fue asesinada a puñaladas por un terrorista palestino a la entrada de su casa en el cercano asentamiento de Otniel. Al día siguiente otro palestino se escurrió en el asentamiento de Tekoa, también en la margen occidental del Jordán, y apuñaló a una mujer judía embarazada.