La opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) denunció este miércoles que en agosto se registraron al menos 768 detenciones por motivos políticos en la isla, la cifra más alta en lo que va de año, y 21 casos de agresiones físicas durante los arrestos.
En el informe sobre represión política elaborado mensualmente por esta organización, liderada por el disidente Elizardo Sánchez, se especifica también que ocho opositores fueron víctimas de los llamados "actos de repudio" y tuvo lugar al menos un acto vandálico, realizados "por la policía política secreta y agentes parapoliciales".
La CCDHRN observa "un empeoramiento de la situación de derechos civiles y políticos en Cuba" y critica que el Gobierno de Raúl Castro no ha dado "un solo paso significativo" en pos de la "necesaria despenalización del ejercicio de tales derechos fundamentales".
La comisión resalta el "notorio" aumento de la violencia policial contra los disidentes en la isla, sometidos a "todo género de maltratos físicos, vejámenes y amenazas con el objetivo de que depongan su posición contestataria".
Entre los casos denunciados, el informe llama la atención sobre la "brutal agresión física" sufrida el 26 de agosto por el activista Fernando Vázquez Guerra, delegado de la disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en la provincia de Camagüey.
Según la comisión opositora "un capitán de la policía nacional de Camagüey, de apellido Molina, le propinó (a Vázquez Guerra) un culatazo en la cabeza con su pistola de reglamento" después de apuntarle y accionar "el gatillo en tres ocasiones sin balas en el directo". El texto también refiere que el opositor fue "derribado al suelo y pateado en plena calle".
En declaraciones a Efe, Elizardo Sánchez no relacionó este aumento de los arrestos con la visita del secretario de Estado estadounidense John Kerry, el 14 de agosto.
"La causa principal de las agresiones y detenciones recae en el talante represivo del Gobierno", afirmó Sánchez, quien calificó de "innecesarias" estas acciones contra activistas en su mayoría "pacíficos".
La CCDHRN es una de las organizaciones que registra y divulga las cifras de estos incidentes en Cuba.
El Gobierno cubano, por su parte, considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios".