En el inmundo vertedero en carretera de Barreras a Vía Blanca, frente al Residencial Tarará, Habana del Este, descargan, desde hace 30 años, todo tipo de deshechos de la capital. El basurero está desbordado. Creció hasta los patios de las viviendas. Hoy, columnas de humo se levantan. La peste que sale de las montañas de desperdicios, infecta los hogares circundantes. Los vecinos enferman. Fallecen.
Ramona Muñiz Hernández, denunció el 7, 12, 2012, en Cubanet, el contaminante basurero: “¡Nos asfixiamos. A veces tengo que tener la casa cerrada. Ando con un trapo en la boca, refugiarme en la cocina donde llega menos humo. Soy hipertensa, diabética y ahora asmática, por el humo. No hay quien resista. Muchos padecemos enfermedades respiratorias: bronquitis, enfisema pulmonar, tos, falta de aire, alergias. Algunos han fallecido. La casa de Nivaldo Matos ardía. Apagamos el fuego con gajos. Los bomberos ya ni hacen caso. Matos murió de un paro respiratorio. Ana Chacón y otro viejito murieron asfixiados. Marta Quintana, diabética, con insuficiencia respiratoria, visitó al médico. Le diagnosticó enfisema pulmonar. ‘¡Ni un cigarro más!’, recomendó. ‘¡Doctor, si jamás he fumado!’
Casi un año después, de la denuncia de Cubanet, la situación de los vecinos a empeorado. Maritza Rivas Rodríguez, de 47 años, explica: “Soy asmática, desde 1996 en que vivo aquí mis crisis se han agudizado. Mi hijo, de trece años, debutó con asma a los diez. Tiene que tomar antihistamínicos para evitar crisis. Muchos padecemos enfermedades respiratorias. Vivimos envueltos en humo, peste. Mi casa está a menos de diez metros del vertedero. El grado de peste por putrefacción y cantidad de moscas es increíble. La batalla de los vecinos comenzó antes de nosotros vivir aquí. Nos dirigimos al Consejo Popular (gobierno) de Guanabo, de Alamar, a todos los niveles del Comité Central [del Partido Comunista]. En 2007 dirigimos reclamos a la Oficina de Raúl Castro, vinieron unos compañeros del Ministerio de Tecnología y Medio Ambiente (Citma), inspeccionaron, aseguraron que sería clausurado, se fueron, ¡nada! Logramos que la queja se publique dos veces en Juventud Rebelde y en Granma (órgano del Comité Central) el 31 de octubre de 2006 con título Humo tóxico perjudica a la comunidad, y en 2009 en el programa Libre Acceso del canal CHTV.
Eduardo Mandina, un vecino, retirado de la Policía, muestra la respuesta del Citma de marzo de 2007 y recortes de periódicos. “El director provincial de Comunales aseguró en 2008 que el basurero sería cerrado”.
Dania Rodríguez Morales, testimonia: “Llevo once años en este barrio. Al principio era lugar sano, no se veía ni una mosca. Vierten todo tipo de desechos sólidos y líquidos, heces fecales, carnes podridas, plásticos, cartones. Produce metano, combustiona espontáneamente, o prenden fuego. Se respira humo apestoso. Nuestras casas están cubiertas por dentro y fuera de hollín. Las ropas cogen hollín, peste. La gente vive ahogándose. Después de tantas quejas al Comité Central del Partido Comunista, a las Direcciones municipal y provincial de Servicios Comunales, del Poder Popular, en asambleas de vecinos con el Poder Popular (gobierno), a la prensa [oficialista], el tema es siempre el mismo: el basurero, tantos vectores que inciden en la salud del pueblo, en medio de epidemias de dengue, cólera, tuberculosis. ¿Y qué?, no se da respuesta a tan grave problema. Considero que es una falta de respeto a la población”.
Juana Álvarez Muñiz: “Tengo reforzamiento de los pulmones por el humo. Miles de auras tiñosas sueltan rapiñas del basurero por techos y patios. Hay millones de moscas, vectores de graves enfermedades. Aunque quieras mantener la casa limpia, la invaden las moscas. Cuando venden pollo o derivado cárnico la cantidad de moscas no dejan ver la pesa ni la cara del dependiente. Hay demasiada contaminación ambiental”.
Funcionarios de Comunales sin importarles enfermedades y muertes ajenas hacen del basurero su gran negocio. Estos no falsifican documentos como los máximos jefes de Comunales como se ha denunciado, sino roban con trasiego de mercancías falsamente declaradas caducas destinadas “transitoriamente” al basural.
“Botaron trece toneladas de chocolate. Custodios y jefes con sus carros recogieron y vendieron gran cantidad. Prendieron candela al resto al conocer que investigaban. La corrupción quedó ahí pero la peste y humo espeso, grasiento, apestoso, llegaban al cielo. Irresistible. Al vertedero van enormes robos. Un trabajador de Comunales construye su buena casa al pie del vertedero, contrario al viento donde no llega ni peste ni humo. Funcionarios se han hecho ricos. Trafican grandes cantidades de galones de pintura, neumáticos, productos de aseo, perfumería, carteras y calzado de marca, pollo y carne congelados, motos, muebles, ropas, juguetes muy caros, equipos electrónicos, salidos de tiendas y almacenes estatales con venta en divisas, en sus envases originales!, declarados caducos –lo sean o no- en complicidad con administradores de tiendas y almacenes van a parar al basurero. “Venden” más barato. Enorme negocio”, expone Muñiz. Añade:
“La cantera abandonada se convirtió en un bosque natural tan exuberante que fue locación del filme cubano Tierra o Sangre. El bosque desapareció”.
Demasiada podredumbre trae enfermedades y muerte. Demasiada corrupción de funcionarios es buena razón para no eliminar el fatídico foco contaminante en Tarará. Basta ver los videos a continuación para entender la angustia de los vecinos.
Publicado en Cubanet el 4 de diciembre del 2013
Ramona Muñiz Hernández, denunció el 7, 12, 2012, en Cubanet, el contaminante basurero: “¡Nos asfixiamos. A veces tengo que tener la casa cerrada. Ando con un trapo en la boca, refugiarme en la cocina donde llega menos humo. Soy hipertensa, diabética y ahora asmática, por el humo. No hay quien resista. Muchos padecemos enfermedades respiratorias: bronquitis, enfisema pulmonar, tos, falta de aire, alergias. Algunos han fallecido. La casa de Nivaldo Matos ardía. Apagamos el fuego con gajos. Los bomberos ya ni hacen caso. Matos murió de un paro respiratorio. Ana Chacón y otro viejito murieron asfixiados. Marta Quintana, diabética, con insuficiencia respiratoria, visitó al médico. Le diagnosticó enfisema pulmonar. ‘¡Ni un cigarro más!’, recomendó. ‘¡Doctor, si jamás he fumado!’
Casi un año después, de la denuncia de Cubanet, la situación de los vecinos a empeorado. Maritza Rivas Rodríguez, de 47 años, explica: “Soy asmática, desde 1996 en que vivo aquí mis crisis se han agudizado. Mi hijo, de trece años, debutó con asma a los diez. Tiene que tomar antihistamínicos para evitar crisis. Muchos padecemos enfermedades respiratorias. Vivimos envueltos en humo, peste. Mi casa está a menos de diez metros del vertedero. El grado de peste por putrefacción y cantidad de moscas es increíble. La batalla de los vecinos comenzó antes de nosotros vivir aquí. Nos dirigimos al Consejo Popular (gobierno) de Guanabo, de Alamar, a todos los niveles del Comité Central [del Partido Comunista]. En 2007 dirigimos reclamos a la Oficina de Raúl Castro, vinieron unos compañeros del Ministerio de Tecnología y Medio Ambiente (Citma), inspeccionaron, aseguraron que sería clausurado, se fueron, ¡nada! Logramos que la queja se publique dos veces en Juventud Rebelde y en Granma (órgano del Comité Central) el 31 de octubre de 2006 con título Humo tóxico perjudica a la comunidad, y en 2009 en el programa Libre Acceso del canal CHTV.
Eduardo Mandina, un vecino, retirado de la Policía, muestra la respuesta del Citma de marzo de 2007 y recortes de periódicos. “El director provincial de Comunales aseguró en 2008 que el basurero sería cerrado”.
Dania Rodríguez Morales, testimonia: “Llevo once años en este barrio. Al principio era lugar sano, no se veía ni una mosca. Vierten todo tipo de desechos sólidos y líquidos, heces fecales, carnes podridas, plásticos, cartones. Produce metano, combustiona espontáneamente, o prenden fuego. Se respira humo apestoso. Nuestras casas están cubiertas por dentro y fuera de hollín. Las ropas cogen hollín, peste. La gente vive ahogándose. Después de tantas quejas al Comité Central del Partido Comunista, a las Direcciones municipal y provincial de Servicios Comunales, del Poder Popular, en asambleas de vecinos con el Poder Popular (gobierno), a la prensa [oficialista], el tema es siempre el mismo: el basurero, tantos vectores que inciden en la salud del pueblo, en medio de epidemias de dengue, cólera, tuberculosis. ¿Y qué?, no se da respuesta a tan grave problema. Considero que es una falta de respeto a la población”.
Juana Álvarez Muñiz: “Tengo reforzamiento de los pulmones por el humo. Miles de auras tiñosas sueltan rapiñas del basurero por techos y patios. Hay millones de moscas, vectores de graves enfermedades. Aunque quieras mantener la casa limpia, la invaden las moscas. Cuando venden pollo o derivado cárnico la cantidad de moscas no dejan ver la pesa ni la cara del dependiente. Hay demasiada contaminación ambiental”.
Funcionarios de Comunales sin importarles enfermedades y muertes ajenas hacen del basurero su gran negocio. Estos no falsifican documentos como los máximos jefes de Comunales como se ha denunciado, sino roban con trasiego de mercancías falsamente declaradas caducas destinadas “transitoriamente” al basural.
“Botaron trece toneladas de chocolate. Custodios y jefes con sus carros recogieron y vendieron gran cantidad. Prendieron candela al resto al conocer que investigaban. La corrupción quedó ahí pero la peste y humo espeso, grasiento, apestoso, llegaban al cielo. Irresistible. Al vertedero van enormes robos. Un trabajador de Comunales construye su buena casa al pie del vertedero, contrario al viento donde no llega ni peste ni humo. Funcionarios se han hecho ricos. Trafican grandes cantidades de galones de pintura, neumáticos, productos de aseo, perfumería, carteras y calzado de marca, pollo y carne congelados, motos, muebles, ropas, juguetes muy caros, equipos electrónicos, salidos de tiendas y almacenes estatales con venta en divisas, en sus envases originales!, declarados caducos –lo sean o no- en complicidad con administradores de tiendas y almacenes van a parar al basurero. “Venden” más barato. Enorme negocio”, expone Muñiz. Añade:
“La cantera abandonada se convirtió en un bosque natural tan exuberante que fue locación del filme cubano Tierra o Sangre. El bosque desapareció”.
Demasiada podredumbre trae enfermedades y muerte. Demasiada corrupción de funcionarios es buena razón para no eliminar el fatídico foco contaminante en Tarará. Basta ver los videos a continuación para entender la angustia de los vecinos.
Publicado en Cubanet el 4 de diciembre del 2013