Llámelo "Castrocare". El ex gobernante de Cuba Fidel Castro envió médicos al extranjero desde hace décadas, para trabajar en América Latina y tan lejos como África, señala la página digital www.npr.org.
Agrega que, en algunos casos, como en Haití, las misiones médicas fueron vistas como actos puramente humanitarios, mientras en otros lugares, como en Venezuela, como una forma de trueque que ofrece Cuba a las importaciones de petróleo subsidiados.
NPR afirma que Cuba se ha jactado siempre de su programa, que ha sido en general bien recibido. Así que ahora, La Habana ha enviado miles de médicos a Brasil, que necesita urgentemente de los galenos en las zonas rurales pobres y tiene el dinero para pagar por ellos. Sin embargo, el programa enfrenta la resistencia, no de los pacientes, sino de la clase médica brasileña.
Lourdes García-Navarro, quien escribió el artículo en www.npr.org, recuerda que a la llegada de los médicos cubanos a la ciudad de Fortaleza, en agosto, los médicos brasileños les gritaron: "¡Esclavos!, ¡esclavos!".
José Roberto Murisset, el secretario de Derechos Humanos de la Federación Nacional de Médicos, en Brasil, señala que el Gobierno cubano se lleva la mayor parte del dinero que se paga por los médicos. Además, el Gobierno brasileño también ha decretado que los médicos cubanos no tienen derecho a pedir asilo en Brasil.
El principal punto de desacuerdo es que los médicos extranjeros que llegan bajo el nuevo programa, no tienen que tomar el examen médico brasileño para ejercer en el país sudamericano. Murisset considera que muchos de los médicos que arriban a Brasil podrían desaprobar la prueba y están poco calificados.
Pero el Dr. Adriano Peres Lora, director del Hospital Municipal Pedreira, dice que tiene 50 camas en su local, que presta servicio a 44.000 personas en la comunidad y si puede conseguir más médicos, aunque sean extranjeros, todo el mundo sentirá menos presión. "Lo que necesitamos es la atención básica. Nos faltan médicos dispuestos a trabajar como médicos generales en las comunidades marginales", dice, añadiendo que el 80 por ciento o más de los problemas de salud que enfrentan las personas pueden resolverse si ven a un médico en una etapa temprana.
Él, dice que "la mayoría de los médicos brasileños no quieren trabajar en comunidades pobres y rurales como la suya, a pesar de que la necesidad es grande".
Agrega que, en algunos casos, como en Haití, las misiones médicas fueron vistas como actos puramente humanitarios, mientras en otros lugares, como en Venezuela, como una forma de trueque que ofrece Cuba a las importaciones de petróleo subsidiados.
NPR afirma que Cuba se ha jactado siempre de su programa, que ha sido en general bien recibido. Así que ahora, La Habana ha enviado miles de médicos a Brasil, que necesita urgentemente de los galenos en las zonas rurales pobres y tiene el dinero para pagar por ellos. Sin embargo, el programa enfrenta la resistencia, no de los pacientes, sino de la clase médica brasileña.
Lourdes García-Navarro, quien escribió el artículo en www.npr.org, recuerda que a la llegada de los médicos cubanos a la ciudad de Fortaleza, en agosto, los médicos brasileños les gritaron: "¡Esclavos!, ¡esclavos!".
José Roberto Murisset, el secretario de Derechos Humanos de la Federación Nacional de Médicos, en Brasil, señala que el Gobierno cubano se lleva la mayor parte del dinero que se paga por los médicos. Además, el Gobierno brasileño también ha decretado que los médicos cubanos no tienen derecho a pedir asilo en Brasil.
El principal punto de desacuerdo es que los médicos extranjeros que llegan bajo el nuevo programa, no tienen que tomar el examen médico brasileño para ejercer en el país sudamericano. Murisset considera que muchos de los médicos que arriban a Brasil podrían desaprobar la prueba y están poco calificados.
Pero el Dr. Adriano Peres Lora, director del Hospital Municipal Pedreira, dice que tiene 50 camas en su local, que presta servicio a 44.000 personas en la comunidad y si puede conseguir más médicos, aunque sean extranjeros, todo el mundo sentirá menos presión. "Lo que necesitamos es la atención básica. Nos faltan médicos dispuestos a trabajar como médicos generales en las comunidades marginales", dice, añadiendo que el 80 por ciento o más de los problemas de salud que enfrentan las personas pueden resolverse si ven a un médico en una etapa temprana.
Él, dice que "la mayoría de los médicos brasileños no quieren trabajar en comunidades pobres y rurales como la suya, a pesar de que la necesidad es grande".