Cuba, famosa por guardar secretos clave como el estado de salud del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez o la desintoxicación del astro del fútbol Diego Armando Maradona, aprovecha el control sobre los medios y la información para afianzarse como discreto escenario de negociación.
Después de exportar por décadas la guerra de guerrillas para vencer al imperialismo, ahora está a punto de anotarse una victoria diplomática sin precedentes con la eventual reconciliación simbólica del cristianismo de Oriente y Occidente tras mil años de conflicto.
Y es que el mandatario cubano Raúl Castro será el viernes el flamante anfitrión del encuentro entre el papa Francisco y el patriarca Kirill, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que han elegido a La Habana para la histórica reunión.
Medios de prensa rusos aseguraron el miércoles que las negociaciones entre el Vaticano y la Iglesia Ortodoxa Rusa comenzaron hace dos años con la mediación de La Habana.
La agencia AP resalta que la cita abrirá para la nación caribeña de gobierno comunista un año en el que se espera la visita del presidente estadounidense Barack Obama y el cierre de las negociaciones de paz entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano para dar fin al conflicto armado más largo del continente.
Ambos sucesos, unido a la visita de los líderes religiosos, han puesto a la isla en el mapa mediático.
Según expertos consultados por AP, servirá también para afianzar la imagen de una Cuba más abierta al mundo y un sitio apropiado para adelantar negociaciones.
Los jerarcas religiosos aprovecharán su tránsito por la región para adelantar el histórico encuentro: Francisco aprovechará su viaje a México y Kirill su gira latinoamericana que contempla, además de la visita a la pequeña comunidad ortodoxa cubana y a las autoridades locales, un recorrido por Paraguay, Chile y Brasil.
Hasta donde se conoce, el Papa y el Patriarca se entrevistarán en un salón de protocolo del aeropuerto José Martí de La Habana
para sellar una reconciliación luego de un cisma que distanció a la iglesia de Roma y a la de Rusia en el año 1054. También darán a conocer una declaración conjunta.
Aunque el tema parezca tan ajeno a Cuba, la elección del terreno que las partes de ambas iglesias calificaron de "neutral" a lo largo de las conversaciones previas de años y la situación del Gobierno de Raúl Castro por estos días luego del deshielo con Estados Unidos, no pasó desapercibido para los analistas.
Varios de los expertos consultados por AP destacaron elementos claves para la elección de Cuba como escenario o en temas de mediación como la discreción que suele rodear a la isla con un
fuerte control de la información y pocas filtraciones.
Además, el bajo nivel de peligrosidad debido a la ausencia de terrorismo y un cuerpo diplomático extendido por todo el mundo que por su diversidad de contactos le permite mostrarse como un interlocutor válido a pesar de ser una isla pequeña.
"Hoy en día Cuba es un lugar ideal para conversaciones", reflexionó Richard Feinberg, un exfuncionario estadounidense de la Administración Clinton y profesor de Política Internacional en la Universidad de California, San Diego.
Para Feinberg, las diferencias de estilo de Raúl y Fidel Castro también son importantes.