Cuba mantuvo vivas sus esperanzas de avanzar a la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol, tras apalear a Panamá 13 carreras por cuatro y conseguir su primera victoria en el torneo.
Luego de las dos derrotas iniciales ante Países Bajos e Italia, donde la ofensiva cubana estuvo apagada, el manager Armando Johnson hizo cambios drásticos en la alineación que le trajeron resultados inmejorables.
Yoenis Céspedes, en blanco en los dos primeros choques, y el cátcher Lorenzo Quintana, con demasiada inseguridad defensiva, fueron a la banca, mientras que Roel Santos regresó como hombre proa y Erisbel Arruebarruena subió del séptimo al quinto turno.
Ello, sumado al despertar ofensivo de los grandesligas Yoan Moncada y Luis Robert, le dio un respiro al atribulado cuerpo de dirección de Cuba.
Entre Santos, Moncada, Robert, Alfredo Despaigne y Arruebarruena, los cinco primeros en la tanda antillana, produjeron diez imparables en 25 turnos, con siete carreras remolcadas.
En la parte baja de la alineación, Yadir Drake (4-4) y Yadil Mujica (4-3), también fueron muy productivos, con seis impulsadas entre ambos.
En total, Cuba disparó 21 hits, una cifra récord para el equipo en juegos de Clásicos Mundiales, mientras que el cuerpo de relevistas trabajó siete entradas y dos tercios en blanco, luego del pobre trabajo del abridor Ronald Bolaños, quien permitió en 1.1 episodios las cuatro carreras de los panameños.
Sin embargo, el triunfo aún no le alcanza a Cuba para ir a la siguiente fase que se jugará en Tokio, pues depende de una combinación de resultados de los otros partidos del grupo A.
Italia, ganador de los cubanos en la fecha anterior, perdió 11-7 ante Taiwán y ambos equipos ahora tienen balance de 1-1.
Los holandeses (2-0) son los únicos invictos, mientras que Panamá y Cuba tienen 1-2.
Si los cubanos vencen a los taiwaneses, terminarían con 2-2 y, aun así, dependen de otros resultados.
Necesitarían que Holanda y Panamá derroten a Italia, que terminaría con 1-3.
Pero una victoria italiana en los dos partidos que les restan, podría bastar para darle a los europeos el boleto, por encima de los caribeños, pues en caso de empate entre dos equipos, decide el resultado del enfrentamiento particular entre ambos.
Pero incluso, hay otras variantes más complicadas, en las que los cinco integrantes del grupo podrían terminar con idéntico balance de 2-2 y ahí habría que echar mano a la calculadora y revisar las carreras a favor y en contra.
Gracias a la paliza sobre Panamá, Cuba tiene un diferencial de +4, pero para que se dé ese quíntuple empate, estos son los resultados necesarios:
Cuba le gana a Taiwán.
Países Bajos pierde ante Taiwán e Italia.
Panamá vence a Italia.
Las probabilidades de que se den esos resultados son pocas, pero el grupo A es quizás el más débil de los cuatro que conforman el torneo y la competencia está bastante abierta.
Así que, como dijera el legendario narrador Buck Canel, “no se vaya nadie, señores, que esto se pone bueno”.
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