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Memorias contra una ‘pintada’castrista


Memorias de la Guerra documenta métodos de la represión castrista contra las casas de los opositores y es desarrollada por las artista de la Plástica Ana Olema y Annelys Casanova.

Embadurnan las paredes, tiran petróleo y aceite de motor contra las ventanas. Lanzan piedras y rompen cuanto encuentran a su paso. Es un adelanto del infierno, los rastros que dejan las paramilitares Brigadas de Respuesta Rápida en las casas de los disidentes, pero encima de estos carteles, los activistas derechos humanos vuelven a pintar frases e ideas que los identifican, a manera de palimpsesto.

La artista Plástica Ana Olema se ha apropiado de estas acciones para documentar su Memoria de la guerra, una idea que viene trabajando desde hace ya tiempo, y la trae ahora a Miami. La muestra será expuesta en la Farside Gallery el próximo sábado 2 de Agosto a las 7:00 pm, y tiene como invitada además a Annelys Casanova.

Memorias… es un proyecto, una serie fotográfica que han desarrollado durante casi un año, “donde hemos analizado determinados métodos de represión de la dictadura castrista, específicamente los ataques con chapapote, excrementos y (otros) fluidos, a las casas de los opositores”, indica la artista plástica.

Mostrar fríamente la realidad

Uno de los casos que más se conoció en las redes sociales fue el de Sara Marta Fonseca (hoy en el exilio). Su casa en la Habana recibía una lluvia de petróleo quemado, pero al instante de retirarse las bandas paramilitares, los activistas volvían a pintar consignas antigubernamentales.

“No creamos una diferencia entre la letra que agrede (carteles de gusano, contrarrevolucionarios, vende patria, etc.) y la letra de contrarrespuesta (Abajo Fidel, Abajo la dictadura, Abajo el hambre, etc.), y Sara Marta es el gran ejemplo. La exposición va a ser fría, casi abstracta y minimalista, porque tiene que ver con esta frialdad del que agrede”, indicó.

“Memoria de la Guerra”, es una revisión de la obra de la artista cubana Tania Bruguera “Memoria de la Postguerra” creada inicialmente en 1993. Olema se formó en el ‘taller’ Arte de Conducta, con Bruguera, que es hoy una de las más reconocidas artistas de la plástica cubana.

Cuba es un ‘castigo’

Tanto para Ana Olema como para la jovencísima Annelys Casanova, Cuba es un lazo difícil de evitar. “El caso de Annelys es muy lindo, porque llegó a Estados Unidos con 15 años, es bilingüe y la mitad del cerebro es americano (SIC)”, explica y enseguida apunta la anécdota en que Casanova entró en el tema cubano a través de las palabras de Rosa María Payá.

Aunque esta joven fotógrafa, expulsada de una escuela cubana, no participó directamente en actividades opositoras, siente que ahora no puede evitar involucrarse, “Cuba no se puede evitar, aunque uno quiera”.

En Diciembre del año pasado ambas artistas comenzaron a producir “Hematomas Pincel”, una mini-publicación, donde expusieron fotos colectadas que denuncian “la violencia física por parte de la policía política cubana a través de las secuelas de hematomas que les han quedado (a los activistas de derechos humanos)”.

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