¿Qué tienen en común José Dariel “El Pito” Abreu, Yassiel Puig y el lanzador Jorge Hernández... que son del equipo de Cienfuegos o que decidieron cruzar el mar para hacer vida en Grandes Ligas?
Desde la salida de Puig y su posterior ascenso a la alineación de Los Dodgers una decena de peloteros, experimentados o novatos, siguieron la ruta de la fuga para buscar prosperidad y probar sus dotes en el área del deporte rentado.
“Nada va a detener que los peloteros sigan saliendo del país”, dice Geovannis Hernández, un ex pelotero de la selección juvenil de Villa Clara y agrega “cuando vean que sus ex compañeros de equipo ganan esas sumas de dinero, más los contratos que les han hecho, como a Puig y Abreu, entonces se preguntarán por qué ellos mismos no pueden”, indica Hernández.
El jardinero Puig (ubicado en los Dodgers) y el toletero Abreu (probando suerte con los Medias Blancas de Chicago) abrieron el camino. Desde entonces los “Elefantes” de la llamada ‘Perla del Sur’ han visto mermar sus huestes a razón de la escapada del pitcher Jorge Hernández y hace algo más de una semana no había noticias del paradero de los jardineros Bárbaro Rodríguez y Pedro Luis Márquez.
No solo elefantes
Otros peloteros como el guantanamero Dalier Hinojosa, quien firmó un contrato de Liga Menor con los Medias Rojas de Boston, el serpentinero Raicel Iglesias, de Isla de Pinos escapó de la isla en un segundo intento (antes fue capturado y sancionado) y se encuentra en trámites para declararse agente libre.
Para seguir con la “Puigmanía” o “Pitomanía”, que no es la fiebre por estas figuras sino el acto de seguir su camino por la escapada y luego la firma de contratos millonarios, el tunero Alexander Guerrero rubricó un acuerdo por 20 millones de dólares con los Dodgers para convertirse en el tercer pelotero de la isla en ascender a ese famoso club angelino.
El receptor Lednier Ricardo y Dayron Varona, ambos camagüeyanos fueron dos que también escaparon en busca de mejores luces para sus carreras deportivas. Una fuga significativa, aunque no ‘elefantina’ fue la del estelar pitcher industrialista Odrisamer Despaigne, quien había abandonado la nave beisbolera cubana en París, el pasado 29 de junio.
Por lo visto, ante la imposibilidad del gobierno de estimular a los peloteros, continuarán las fugas. A la marcha de los ‘Elefantes’ le seguirán otras especies.
Desde la salida de Puig y su posterior ascenso a la alineación de Los Dodgers una decena de peloteros, experimentados o novatos, siguieron la ruta de la fuga para buscar prosperidad y probar sus dotes en el área del deporte rentado.
“Nada va a detener que los peloteros sigan saliendo del país”, dice Geovannis Hernández, un ex pelotero de la selección juvenil de Villa Clara y agrega “cuando vean que sus ex compañeros de equipo ganan esas sumas de dinero, más los contratos que les han hecho, como a Puig y Abreu, entonces se preguntarán por qué ellos mismos no pueden”, indica Hernández.
El jardinero Puig (ubicado en los Dodgers) y el toletero Abreu (probando suerte con los Medias Blancas de Chicago) abrieron el camino. Desde entonces los “Elefantes” de la llamada ‘Perla del Sur’ han visto mermar sus huestes a razón de la escapada del pitcher Jorge Hernández y hace algo más de una semana no había noticias del paradero de los jardineros Bárbaro Rodríguez y Pedro Luis Márquez.
No solo elefantes
Otros peloteros como el guantanamero Dalier Hinojosa, quien firmó un contrato de Liga Menor con los Medias Rojas de Boston, el serpentinero Raicel Iglesias, de Isla de Pinos escapó de la isla en un segundo intento (antes fue capturado y sancionado) y se encuentra en trámites para declararse agente libre.
Para seguir con la “Puigmanía” o “Pitomanía”, que no es la fiebre por estas figuras sino el acto de seguir su camino por la escapada y luego la firma de contratos millonarios, el tunero Alexander Guerrero rubricó un acuerdo por 20 millones de dólares con los Dodgers para convertirse en el tercer pelotero de la isla en ascender a ese famoso club angelino.
El receptor Lednier Ricardo y Dayron Varona, ambos camagüeyanos fueron dos que también escaparon en busca de mejores luces para sus carreras deportivas. Una fuga significativa, aunque no ‘elefantina’ fue la del estelar pitcher industrialista Odrisamer Despaigne, quien había abandonado la nave beisbolera cubana en París, el pasado 29 de junio.
Por lo visto, ante la imposibilidad del gobierno de estimular a los peloteros, continuarán las fugas. A la marcha de los ‘Elefantes’ le seguirán otras especies.
