El conocido activista antibelicista estadounidense de los años 60 Tom Hayden sugiere en el blog del Huffington Post que las recientes revelaciones sobre la azarosa odisea de Yasiel Puig desde Cuba hasta los Dodgers de Los Angeles reclaman llevar el asunto a audiencias en el Congreso estadounidense.
El propósito sería poner fin a la trata de atletas cubanos, creando una exención en el embargo que legalice la entrada en EEUU de los peloteros cubanos para que puedan competir en las Grandes Ligas sin verse obligados a desertar.
Hayden cita en ese sentido a un abogado cubanoamericano, José Pertierra, quien considera que si el tema fuera tratado en el Congreso tal vez se podría franquear la entrada a EEUU a profesionales y atletas de la isla mediante visas de trabajo H1B; lo cual al mismo tiempo desalentaría la inmigración ilegal y la necesidad de acogerse a la Ley de Ajuste Cubano [que otorga a los cubanos la residencia en EEUU al año y un día de llegar al país].
El también ex senador del estado de California recuerda otras exenciones al embargo, como las que permiten las ventas de productos agrícolas y farmacéuticos a Cuba, y dice que se necesita algo similar para proteger a los atletas cubanos de más odiseas ilegales y peligrosas como la de Puig.
Según un reportaje de ESPN The Magazine, el ahora exitoso jardinero de los Dodgers fue obligado a comprometer parte de su futuro salario; sacado de la isla por lancheros bajo el control del cartel de los Zetas; mantenido en cautividad; y amenazado con asesinarlo. Además, antes de lograr abandonar la isla fracasó en cuatro ocasiones.
Hayden asegura que directivos de los Orioles de Baltimore y los Dodgers de Los Angeles favorecen una exención del embargo para jugadores como Puig, pero aducen que antes tendrían que pronunciarse los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.
El autor refuerza sus argumentos invocando las nuevas disposiciones en Cuba para permitir a los atletas desempeñarse en ligas profesionales durante los recesos de la serie nacional cubana; las recientes transmisiones en la isla de partidos de Grandes Ligas –en los que no juegan cubanos--; y la presencia de 21 peloteros oriundos de Cuba en la actual temporada de la MLB, entre los cuales menciona las actuaciones destacadas de José Fernández, Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes y José Dariel “Pito” Abreu.
“La nueva demanda de los [funcionarios] cubanos es que sus jugadores tienen derecho a competir al más alto nivel sin tener que renunciar a su ciudadanía ni a su participación el equipo nacional”, señala Hayden, y cita declaraciones al diario británico The Guardian de Pedro Cabrera Isidrón, director de Relaciones Internacionales del Comité Olímpico Cubano, quien se queja de que las Grandes Ligas le están robando el talento a Cuba, y aboga por negociaciones bilaterales.
[La idea de una avenencia bilateral fue también expuesta por Antonio Castro, hijo del ex gobernante Fidel Castro y vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol, en una entrevista que concedió el año pasado a la cadena ESPN]
El articulista del Huffington Post opina que un arreglo racional permitiría que la MLB invirtiera dinero y equipos en el béisbol cubano; enviara cazatalentos, en vez de espías, para observar a los jugadores de la isla; hiciera ofertas en dólares a prospectos en Cuba; y que regresaran los días en que peloteros estadounidenses como Tommy Lasorda jugaban en La Habana.
Para Hayden es concebible que la MLB valore este momento como el que protagonizó Jackie Robinson al convertirse en el primer pelotero negro en las ligas mayores, y que abrace la causa de los cubanos reclamando audiencias dirigidas a establecer en este campo una política más racional que el embargo.
“Nivelar el terreno para los jugadores podría estimular el interés público por crear un terreno nivelado para los dos países”, termina diciendo Tom Hayden en el Huffington Post.
El propósito sería poner fin a la trata de atletas cubanos, creando una exención en el embargo que legalice la entrada en EEUU de los peloteros cubanos para que puedan competir en las Grandes Ligas sin verse obligados a desertar.
Hayden cita en ese sentido a un abogado cubanoamericano, José Pertierra, quien considera que si el tema fuera tratado en el Congreso tal vez se podría franquear la entrada a EEUU a profesionales y atletas de la isla mediante visas de trabajo H1B; lo cual al mismo tiempo desalentaría la inmigración ilegal y la necesidad de acogerse a la Ley de Ajuste Cubano [que otorga a los cubanos la residencia en EEUU al año y un día de llegar al país].
El también ex senador del estado de California recuerda otras exenciones al embargo, como las que permiten las ventas de productos agrícolas y farmacéuticos a Cuba, y dice que se necesita algo similar para proteger a los atletas cubanos de más odiseas ilegales y peligrosas como la de Puig.
Según un reportaje de ESPN The Magazine, el ahora exitoso jardinero de los Dodgers fue obligado a comprometer parte de su futuro salario; sacado de la isla por lancheros bajo el control del cartel de los Zetas; mantenido en cautividad; y amenazado con asesinarlo. Además, antes de lograr abandonar la isla fracasó en cuatro ocasiones.
Hayden asegura que directivos de los Orioles de Baltimore y los Dodgers de Los Angeles favorecen una exención del embargo para jugadores como Puig, pero aducen que antes tendrían que pronunciarse los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.
El autor refuerza sus argumentos invocando las nuevas disposiciones en Cuba para permitir a los atletas desempeñarse en ligas profesionales durante los recesos de la serie nacional cubana; las recientes transmisiones en la isla de partidos de Grandes Ligas –en los que no juegan cubanos--; y la presencia de 21 peloteros oriundos de Cuba en la actual temporada de la MLB, entre los cuales menciona las actuaciones destacadas de José Fernández, Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes y José Dariel “Pito” Abreu.
“La nueva demanda de los [funcionarios] cubanos es que sus jugadores tienen derecho a competir al más alto nivel sin tener que renunciar a su ciudadanía ni a su participación el equipo nacional”, señala Hayden, y cita declaraciones al diario británico The Guardian de Pedro Cabrera Isidrón, director de Relaciones Internacionales del Comité Olímpico Cubano, quien se queja de que las Grandes Ligas le están robando el talento a Cuba, y aboga por negociaciones bilaterales.
[La idea de una avenencia bilateral fue también expuesta por Antonio Castro, hijo del ex gobernante Fidel Castro y vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol, en una entrevista que concedió el año pasado a la cadena ESPN]
El articulista del Huffington Post opina que un arreglo racional permitiría que la MLB invirtiera dinero y equipos en el béisbol cubano; enviara cazatalentos, en vez de espías, para observar a los jugadores de la isla; hiciera ofertas en dólares a prospectos en Cuba; y que regresaran los días en que peloteros estadounidenses como Tommy Lasorda jugaban en La Habana.
Para Hayden es concebible que la MLB valore este momento como el que protagonizó Jackie Robinson al convertirse en el primer pelotero negro en las ligas mayores, y que abrace la causa de los cubanos reclamando audiencias dirigidas a establecer en este campo una política más racional que el embargo.
“Nivelar el terreno para los jugadores podría estimular el interés público por crear un terreno nivelado para los dos países”, termina diciendo Tom Hayden en el Huffington Post.