El diario Chicago Sun Times anuncia el retorno repentino a la ciudad del alcalde Rahm Emanuel, quien ha tenido que suspender sus vacaciones de 10 días en Cuba, donde se encontraba con su familia, debido a la crisis provocada por la actuación policial.
La policía mató este fin de semana a tres personas negras, una de ellas de forma "accidental". La ciudad ha sido escenario de protestas por el excesivo de uso de la fuerza de las autoridades, según fuentes oficiales y medios.
La policía informó en un comunicado que Bettie Jones, de 55 años y madre de cinco hijos, fue herida de un disparo "de forma accidental y falleció trágicamente" el sábado por la noche cuando los agentes acudieron a una llamada por "violencia doméstica" en la que un hombre decía que era amenazado en su casa.
"Extendemos nuestras más profundas condolencias a la familia y amigos", agregó la nota policial.
Al parecer, el hijo del hombre amenazado, Quintonio LeGrier, estudiante de Ingeniería de 19 años, estaba golpeando con un bate de béisbol la puerta de su dormitorio y los agentes afirman que tuvieron que enfrentarse a "una persona combativa" y que sus disparos le causaron la muerte.
Según la familia LeGrier, en declaraciones a la cadena televisiva local WLS, el joven tenía problemas mentales, pero no era agresivo. "Quiero que esta investigación sea exhaustiva, quiero respuestas", dijo Evelyn Glover Jennings, la prima de Jones, que era vecina de LeGrier.
Por otro lado, y en otro suceso, la policía abatió a un hombre cuando se encontraba en pleno asalto "a mano armada" en el sur de la ciudad. Ambos tiroteos se encuentran bajo investigación de la Autoridad Policial Independiente de Revisión.
La policía de Chicago anunció, asimismo, que los funcionarios involucrados en tiroteos deberán pasar a posiciones administrativas durante 30 días mientras cursa la investigación, en lugar de los tres días habituales hasta ahora.
Estos nuevos hechos de violencia policial en Chicago se producen una semana después que cientos de personas se manifestaran para exigir la dimisión del alcalde, Rahm Emanuel, a quien acusan de haber encubierto a un policía blanco que el año pasado mató a un joven negro.
Un portavoz de Emanuel indicó que el alcalde se encontraba de vacaciones junto a su familia en Cuba, y emitió un comunicado en el que subrayó "cualquier momento en el que un policía usa la fuerza pública merece respuestas, y sin tener en cuenta las circunstancias todos lamentamos cuando se pierde una vida en la ciudad".
Las protestas se basaron en la publicación en noviembre de un vídeo en el que se ve al joven Laquan McDonald, de 17 años y que iba armado con un cuchillo, corriendo, aparentemente alejándose de un grupo de policías, cuando recibe el primero de los 16 balazos.
La policía de Chicago ya ha sido condenada en otras ocasiones por el uso excesivo de la fuerza. Un juez federal de Estados Unidos determinó el 14 de diciembre pasado que la Policía de Chicago hizo un uso de "fuerza excesiva" en el incidente que precedió a la muerte del detenido de raza negra Philip Coleman, de 38 años, en 2012 y que fue arrastrado por las esposas durante varios metros.
Varias personalidades de la comunidad afroamericana en Chicago y a nivel nacional, como el reverendo Al Sharpton, han pedido la renuncia del alcalde por la actuación de la policía en los últimos meses.
[Con informes de agencias noticias y la prensa estadounidense].