El gobierno cubano ampliará a varias ciudades del país la venta libre de gas licuado. Pero el cilindro de 10 kilogramos costará 110 pesos en moneda nacional, lo que representa un alto porcentaje del salario mensual de cualquier cubano, afirma Lisandra Orraca desde San Juan y Martínez, Pinar del Río, donde aún no ha llegado el gas.
“Las personas que no tienen balitas tienen que firmar un contrato. Tienen que pagar la bala y todos los accesorios que lleva para que funcione. Entonces, aquellas personas que sí tienen las balitas tienen que pagar el contrato también, pero a un menor precio”, dijo Orraca.
O sea, que además del combustible, los cubanos tendrán que comprar los implementos para poner a funcionar los equipos, entre ellos el regulador de gas licuado, la manguera y los fogones, algo que alarma al también pinareño Esteban Ajete.
“Lo otro es que también tienen que comprar las cocinas. Dicen que iban a facilitar la venta de cocinas en algunos lugares (…) También tenemos una cosa, que éste es el país de la primera vuelta, podrán resolver pero casi nunca hay segunda vuelta”, señaló.
En la actualidad, Cuba busca un suministro alterno de combustible ante la reducción del crudo subsidiado que recibe desde 2003 de Venezuela, que llegó a alcanzar los 100.000 barriles diarios y que, debido a la crisis en ese país, se redujo a unos 55.000, indicó la agencia EFE.
La estatal Unión Cuba-Petróleo(Cupet), produce 4 millones de toneladas de petróleo y gas al año que se destinan principalmente a la generación eléctrica y solo cubre un 50 % del consumo del país, agregó.
(Con información de Radio Martí y EFE)