El cine independiente cubano, prácticamente inexistente durante décadas, toca a las puertas de las salas de video y los cines, con mayor fuerza y futuro.
Las producciones políticas e ideológicas del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) como Manuela, Lucía, El Brigadista, Guardafronteras, Los Sobrevivientes, son muy diferentes a estas nuevas producciones que no traen el lastre del cine socialista, no son las historias de metas productivas a cumplir o hazañas internacionalistas. Son películas de ciencia ficción, de zombis, de muerte y misterio.
El director Eduardo del Llano se lanza de nuevo a la creación, esta vez con Omega 3, una obra de ciencia ficción, con una trama futurista ubicada en el siglo XXII.
Según declaró del Llano a la revista Art News el tema de la obra es la alimentación, aunque especifica que no hay una localización exacta, y piensa terminarla en tres meses y espera que se proyecte en los festivales.
Un reciente trabajo del corresponsal de BBC en La Habana, Fernando Ravsberg afirma que los jóvenes cubanos buscan llevar el cine al lugar que una vez tuvo, sólo que ahora “fuera de la esfera del ICAIC. Como ejemplos de esos esfuerzos menciona Ravsberg a "Producciones de la 5ª Avenida", como resalta Forbes, a la cual considera una de las primeras productoras independientes en Cuba, y de donde salió la premiada cinta Juan de los muertos, la cual tiene en su haber un premio Goya.
Pero no tienen un amparo legal para fungir como productora, por lo que se denominan Grupos de Creación. Sus miembros reconocen que abren las puertas a los proyectos que no hacen en el ICAIC o la televisión nacional. Y en especial a los jóvenes creadores, porque tienen una nueva mentalidad, dijo a BBC Claudia Calviño, una de las productoras de esa entidad artística.
De los laboratorios de "Producciones de la 5ta Avenida", además de Juan de los Muertos, Premio Goya a Mejor Película Iberoamericana, salió también Melaza (2012) premiada en Málaga y una de las cintas que el diario estadounidense The New York Times afirmara el pasado mes de enero que era parte de esos nuevos realizadores cubanos que buscaban su camino. Según The New York Times, cientos de realizadores cubanos, armados de la tecnología digital incursionan en una esfera, hasta hace poco controlada por el estado.
Los largometrajes toman más tiempo en la búsqueda de recursos, de ahí que se demora tres o cuatro años el proyecto, proveniente en muchos casos del extranjero, y del bolsillo del director. Como fue el caso de Hotel Nueva Isla, que en breve se terminará y piensan presentar en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Esos jóvenes, asegura BBC, quieren de nuevo lanzar el cine cubano a las posiciones de "vanguardia artística y crítica de la sociedad". La esperanza pasa por convertir al ICAIC en un organismo que al decir de los jóvenes creadores cubanos "nos represente a nosotros frente a las autoridades nacionales y no al revés, que es como ocurre ahora".
Estos jóvenes directores buscan festivales como Sundance Film Festival, para exponer sus obras. El film Una noche debutó el pasado año en el festival Tribeca de New York y participó en el Internacional de Berlín.
La obra Pablo, realizada en Camagüey, fue premiada en el Festival Internacional de New York de este año, y el actor Omar Franco fue seleccionado Mejor Actor Secundario.
El ICAIC, una vez institución de vanguardia y propaganda, es al decir de The New York Times, un levitán burocrático en una Cuba que busca fórmulas nuevas.
Las producciones políticas e ideológicas del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) como Manuela, Lucía, El Brigadista, Guardafronteras, Los Sobrevivientes, son muy diferentes a estas nuevas producciones que no traen el lastre del cine socialista, no son las historias de metas productivas a cumplir o hazañas internacionalistas. Son películas de ciencia ficción, de zombis, de muerte y misterio.
El director Eduardo del Llano se lanza de nuevo a la creación, esta vez con Omega 3, una obra de ciencia ficción, con una trama futurista ubicada en el siglo XXII.
Según declaró del Llano a la revista Art News el tema de la obra es la alimentación, aunque especifica que no hay una localización exacta, y piensa terminarla en tres meses y espera que se proyecte en los festivales.
Un reciente trabajo del corresponsal de BBC en La Habana, Fernando Ravsberg afirma que los jóvenes cubanos buscan llevar el cine al lugar que una vez tuvo, sólo que ahora “fuera de la esfera del ICAIC. Como ejemplos de esos esfuerzos menciona Ravsberg a "Producciones de la 5ª Avenida", como resalta Forbes, a la cual considera una de las primeras productoras independientes en Cuba, y de donde salió la premiada cinta Juan de los muertos, la cual tiene en su haber un premio Goya.
Pero no tienen un amparo legal para fungir como productora, por lo que se denominan Grupos de Creación. Sus miembros reconocen que abren las puertas a los proyectos que no hacen en el ICAIC o la televisión nacional. Y en especial a los jóvenes creadores, porque tienen una nueva mentalidad, dijo a BBC Claudia Calviño, una de las productoras de esa entidad artística.
De los laboratorios de "Producciones de la 5ta Avenida", además de Juan de los Muertos, Premio Goya a Mejor Película Iberoamericana, salió también Melaza (2012) premiada en Málaga y una de las cintas que el diario estadounidense The New York Times afirmara el pasado mes de enero que era parte de esos nuevos realizadores cubanos que buscaban su camino. Según The New York Times, cientos de realizadores cubanos, armados de la tecnología digital incursionan en una esfera, hasta hace poco controlada por el estado.
Los largometrajes toman más tiempo en la búsqueda de recursos, de ahí que se demora tres o cuatro años el proyecto, proveniente en muchos casos del extranjero, y del bolsillo del director. Como fue el caso de Hotel Nueva Isla, que en breve se terminará y piensan presentar en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Esos jóvenes, asegura BBC, quieren de nuevo lanzar el cine cubano a las posiciones de "vanguardia artística y crítica de la sociedad". La esperanza pasa por convertir al ICAIC en un organismo que al decir de los jóvenes creadores cubanos "nos represente a nosotros frente a las autoridades nacionales y no al revés, que es como ocurre ahora".
Estos jóvenes directores buscan festivales como Sundance Film Festival, para exponer sus obras. El film Una noche debutó el pasado año en el festival Tribeca de New York y participó en el Internacional de Berlín.
La obra Pablo, realizada en Camagüey, fue premiada en el Festival Internacional de New York de este año, y el actor Omar Franco fue seleccionado Mejor Actor Secundario.
El ICAIC, una vez institución de vanguardia y propaganda, es al decir de The New York Times, un levitán burocrático en una Cuba que busca fórmulas nuevas.