El régimen de Cuba realizó 15 operaciones de cambio de sexo y los legisladores, sometidos al Partido Comunista, tienen previsto en la agenda de 2012 debatir un cambio en el Código Penal que permita el reconocimiento de las uniones entre homosexuales.
Es bueno apuntar que las propuestas a la llamada Asamblea del Poder Popular suelen aprobarse o vetarse, como ocurría en la antigua URSS, con el cien por ciento de los votos.
"Se han realizado 15 cirugías de reasignación sexual. La primera estuvo a cargo de especialistas cubanos en 1988. Pero no fue hasta 2007 que se retomó este procedimiento por el Ministerio de Salud Pública", aseguró Mariela Castro, hija del general Raúl Castro.
Mariela Castro es directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), para quien el régimen castrista, que ella defiende a capa y espada, ha "generado transformaciones profundas y radicales en nuestra cultura, en los prejuicios sobre las sexualidades".
Sin mencionar, por supuesto, que el régimen de la isla es el único en el Hemisferio Occidental que ha creado campos de concentración para encerrar a los homosexuales y otros “desviados”, como fueron las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción, UMAP, donde fueron encerrados unos 25 mil cubanos en la década del sesenta.
La hija del general aseguró que se trabaja para legalizar el matrimonio entre homosexuales. "La propuesta de anteproyecto para la modificación del Código de Familia está siendo sometida al criterio de especialistas del Ministerio de Justicia y de profesionales afiliados a la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Según ha dicho la Ministra de Justicia a la prensa nacional, su discusión en nuestro Parlamento está incluida en el plan legislativo de 2012", expresó Castro.
Además, la especialista se mostró confiada en que una próxima Conferencia del Partido Comunista de Cuba --previsto para finales de enero-- debate sobre el tema de identidad de género y "ayude a definir explícitamente una política de no discriminación por orientación sexual", sin mencionar, por supuesto, esos otros derechos de la libertad de expresión, de elegir y ser elegido y, claro, de entrar y salir del país sin permiso del Gobierno como parece que gustaría a la mayoría del pueblo cubano.