Además de conectarse a Facebook y a la aplicación de videollamadas IMO, los cubanos, en especial los cuentapropistas, están aprovechando las conexiones Wi-Fi para hacer compras online.
Según Yoel Espinosa, pequeño emprendedor privado de Santa Clara, "hay que tener dinero para hacer estas compras por internet y para eso tienes que tener un negocio que te sustente y te permita comprar las piezas o materias primas del exterior".
Por esa razón son los cuentapropistas cubanos quienes han estrenado las compras online en los recién estrenados puntos Wi-Fi en la isla. Anteriormente, adquirían los productos importados a través del mercado negro pero ahora pueden "mandar a buscar la pieza que quieren, con la calidad que quieren, a través de las llamadas mulas".
Incluso, existen cuentapropistas en Cuba que sólo se dedican a recibir los encargos de sus clientes en la isla y los compran en el extranjero mediante sus contactos, generalmente familiares y amigos. "Mira, está en tal lugar, a tal precio, te cuesta tanto y yo te doy tanto por encima", explica Espinosa.
Para Venancio González, vendedor independiente de Camagüey, los cubanos se "están poniendo en contacto directo con el mundo porque no es lo mismo que yo encargue una cosa y que alguien me diga que tiene un precio a que yo la haya verificado" a través de su teléfono celular mediante una conexión Wi-Fi.
El abaratamiento de los costos de conexión (de 4.50 CUC a 2 CUC la hora a través de los puntos Wi-Fi) les está permitiendo a los cubanos comparar sus fuentes de suministro para hacer negocios. "Son una exageración los precios que se ven acá. Un microwave en Estados Unidos te puede costar entre $30 y $40, pero aquí el propio Estado cubano lo está vendiendo a $130 o $150".
Para quienes han experimentado lo que es comprar online mediante Amazon o cualquier otro sitio web como el cubano David Aloma, dueño del restaurante Davimart en Trinidad, se necesitan remover muchas prohibiciones aduaneras para que los cuentapropistas cubanos puedan mantener con vida sus negocios. "Hay cosas que uno necesita para su negocio que la aduana cubana no las deja entrar", como fábricas de hielo y otras.