Familias residentes en el edificio situado en la Calzada de Luyanó y San Nicolás, del municipio Diez de Octubre, La Habana, están expuestas a morir aplastadas por un derrumbe pero prefieren vivir ese riesgo antes de aceptar los albergues que les propone el gobierno como solución a la situación de la vivienda.
El periodista independiente Calixto Ramón Martínez dijo en el programa Cuba al Día de Radio Martí que “se necesita valor para entrar al lugar" donde viven varias familias que son propietarias del edificio construido hace más de cinco décadas sin recibir ningún tipo de reparación.
Los residentes han realizado gestiones de todo tipo con los organismos encargados por el gobierno para atender la situación de la vivienda y no han encontrado la solución que ellos desean: "la de reparar el lugar", dijo el comunicador.
El gobierno sólo les ha ofecido llevarlos a vivir en albergues, pero Laudelina González, miembro del consejo de vecinos visitó uno de ellos y "prefirió regresar a su edificio, porque eran pésimas las condiciones de vida allí, señaló Martínez.
Las 14 familias que viven en el edificio son propietarias de los apartamentos y la mayoría de ellos nacieron en este recinto, por eso se resisiten a abandonar el lugar, precisó Martínez en una nota publicada en la página digital Cubanet con el título 'La Habana se derrumba y el gobierno calla'.
El periodista independiente Calixto Ramón Martínez dijo en el programa Cuba al Día de Radio Martí que “se necesita valor para entrar al lugar" donde viven varias familias que son propietarias del edificio construido hace más de cinco décadas sin recibir ningún tipo de reparación.
Los residentes han realizado gestiones de todo tipo con los organismos encargados por el gobierno para atender la situación de la vivienda y no han encontrado la solución que ellos desean: "la de reparar el lugar", dijo el comunicador.
El gobierno sólo les ha ofecido llevarlos a vivir en albergues, pero Laudelina González, miembro del consejo de vecinos visitó uno de ellos y "prefirió regresar a su edificio, porque eran pésimas las condiciones de vida allí, señaló Martínez.
Las 14 familias que viven en el edificio son propietarias de los apartamentos y la mayoría de ellos nacieron en este recinto, por eso se resisiten a abandonar el lugar, precisó Martínez en una nota publicada en la página digital Cubanet con el título 'La Habana se derrumba y el gobierno calla'.
