La nueva normativa para las visas de entrada en Estados Unidos, combinada con los cambios dentro de la isla, que reducen las restricciones a los viajes internacionales, podría significar un importante aumento de visitas de ciudadanos cubanos.
A partir de este primero de agosto, las visas para visitar a familiares o por otros motivos personales, no estarán ya limitadas como hasta ahora a seis meses, sino que tendrán una validez de cinco años.
Además, las visas anteriores tan solo permitían viajar una vez, mientras que a partir de ahora se podrán realizar desplazamientos múltiples en el plazo de cinco años.
Es un cambio que beneficia de manera importante a los cubanos que se desplazan a Estados Unidos, pues no solamente ahorran mucho dinero, sino también mucho tiempo: tan solo hay que reunirse con el funcionario que autoriza la visa una vez y únicamente hay que pagar los $160 por el total de cinco años.
El ahorro de tiempo puede ser notable pues, según los avisos a viajeros de la cancillería norteamericana, los solicitantes de visa en Cuba pueden enfrentarse a una espera de 164 días para reunirse con un funcionario de la Sección de Intereses.
Al anunciar la decisión, el Departamento de Estado señaló que con este cambio se trata de fomentar los contactos interpersonales, pues con ello se facilita el camino hacia el desarrollo de una sociedad civil y, últimamente, un sistema democrático.
Según la portavoz de la cancillería Marie Harf, esta decisión no está relacionada con las negociaciones migratorias entre ambos países, que tienen otro objetivo.
Cuba recibió en 2012 poco más de 17.000 visas temporales, pero con la nueva normativa es probable que el número de visitantes vaya en aumento aunque es prácticamente seguro que al cabo de un tiempo se concederán menos visas, toda vez que son de duración mucho mayor.
El Hemisferio Occidental es el que más visas recibe para visitar Estados Unidos: el pasado año, de las casi 9 millones de visas de no-inmigrante en todo el mundo, poco más de 4.5 millones se repartieron entre los países del hemisferio. Brasil, el de mayor población, recibió el mayor número, superior al medio millón.
Otros lugares, como Canadá o la Europa occidental, no reciben normalmente visas pues sus ciudadanos puedan entrar en Estados Unidos sin ningún permiso especial.
A partir de este primero de agosto, las visas para visitar a familiares o por otros motivos personales, no estarán ya limitadas como hasta ahora a seis meses, sino que tendrán una validez de cinco años.
Además, las visas anteriores tan solo permitían viajar una vez, mientras que a partir de ahora se podrán realizar desplazamientos múltiples en el plazo de cinco años.
Es un cambio que beneficia de manera importante a los cubanos que se desplazan a Estados Unidos, pues no solamente ahorran mucho dinero, sino también mucho tiempo: tan solo hay que reunirse con el funcionario que autoriza la visa una vez y únicamente hay que pagar los $160 por el total de cinco años.
El ahorro de tiempo puede ser notable pues, según los avisos a viajeros de la cancillería norteamericana, los solicitantes de visa en Cuba pueden enfrentarse a una espera de 164 días para reunirse con un funcionario de la Sección de Intereses.
Al anunciar la decisión, el Departamento de Estado señaló que con este cambio se trata de fomentar los contactos interpersonales, pues con ello se facilita el camino hacia el desarrollo de una sociedad civil y, últimamente, un sistema democrático.
Según la portavoz de la cancillería Marie Harf, esta decisión no está relacionada con las negociaciones migratorias entre ambos países, que tienen otro objetivo.
Cuba recibió en 2012 poco más de 17.000 visas temporales, pero con la nueva normativa es probable que el número de visitantes vaya en aumento aunque es prácticamente seguro que al cabo de un tiempo se concederán menos visas, toda vez que son de duración mucho mayor.
El Hemisferio Occidental es el que más visas recibe para visitar Estados Unidos: el pasado año, de las casi 9 millones de visas de no-inmigrante en todo el mundo, poco más de 4.5 millones se repartieron entre los países del hemisferio. Brasil, el de mayor población, recibió el mayor número, superior al medio millón.
Otros lugares, como Canadá o la Europa occidental, no reciben normalmente visas pues sus ciudadanos puedan entrar en Estados Unidos sin ningún permiso especial.