Cuba apareció este miércoles en el Índice de Libertad de Prensa en el mundo de Reporteros Sin Fronteras en el lugar 171, entre 180 países, dos puestos más abajo que en la lista anterior.
La organización independiente identifica al régimen comunista cubano como una república socialista de estilo propio con un partido único y dice que es el mayor violador de la libertad de prensa en América Latina.
El reporte apunta que la familia Castro, que gobierna la isla desde 1959, mantiene un monopolio de los medios y no tolera el periodismo independiente.
El informe de Reporteros Sin Fronteras describe los arrestos y los encarcelamientos arbitrarios, las amenazas, las campañas de desprestigio, la confiscación de equipos y el cierre de sitios web como las formas más comunes de acoso a la prensa en la isla.
Este acoso es constante y está respaldado por un arsenal de leyes restrictivas, dice Reporteros.
Los pocos blogueros y periodistas independientes tienen que lidiar diariamente con drásticas restricciones de acceso a internet y con la represión.
El informe concluye que la mejoría de las relaciones con Estados Unidos podría cambiar hipotética y gradualmente esta situación.
La edición 2016 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa muestra la intensidad de las acometidas de los Estados, de ciertas ideologías y de intereses privados contra la libertad y la independencia del periodismo.
Esta lista –que constituye una referencia en todo el mundo– muestra las posiciones que ocupan 180 países de acuerdo al margen de acción de sus periodistas.
Según los índices regionales, Europa (índice de 19.8 puntos) sigue siendo la zona en la que los medios de comunicación cuentan con mayor libertad; seguida de África (36.9), América (37.1), Asia (43.8), Europa del Este, Asia Central (48.4) y África del Norte/Oriente Medio (50.8).
"Desafortunadamente, es un hecho notable que numerosos dirigentes en el mundo han desarrollado una especie de paranoia frente al ejercicio legítimo del periodismo", señaló Christophe Deloire, secretario general de RSF.
"El clima general de miedo acarrea un odio creciente al debate y al pluralismo, un bloqueo de los medios de comunicación por parte de Gobiernos en plenos excesos autoritarios y liberticidas, así como una influencia creciente de los intereses particulares en la información, en el sector privado. Es esencial defender el periodismo digno de ese nombre frente al incremento de la propaganda y de la información dictada o patrocinada por intereses particulares. Garantizar el derecho de los ciudadanos a una información independiente y confiable es una de las soluciones a los problemas locales y globales que enfrentamos", añadió.
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, publicada cada año por RSF desde 2002, es una herramienta de promoción esencial, basada en el principio de emulación entre Estados. Su prestigio le ha permitido adquirir una influencia cada vez mayor ante los medios de comunicación, las autoridades públicas de los Estados y las organizaciones internacionales.