A raíz de una presentación en Madrid del ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, para promover inversiones en la isla, la publicación española de negocios Expansión pulsó las opiniones de algunos de los más de 200 representantes empresariales ibéricos que se reunieron el jueves con el titular cubano.
En opinión de estos directivos, Cuba tiene un fuerte potencial gracias a su proximidad a Estados Unidos, el deshielo entre ambos vecinos y las leyes aprobadas en los últimos meses en la isla para impulsar el comercio y la inversión extranjera. Sin embargo, muchos también mostraron sus reticencias y compartieron con Expansión los posibles problemas a la hora de invertir en Cuba.
El primero de ellos es la falta de financiación. Cuba no cuenta todavía –explicaron– con acceso a préstamos de instituciones financieras multilaterales como el FMI y el Banco Mundial para acometer proyectos de desarrollo, lo que lastra sus oportunidades. Las ayudas de España aprobadas para la financiación de proyectos en la isla resultan insuficientes, en comparación con lo que podrían aportar estos grandes organismos, señalaron los ejecutivos.
El país caribeño tiene importantes necesidades en cuanto a infraestructuras, incluidas las de transporte, así como una "lenta y cara" conexión a internet, como admitió Malmierca.
Los directivos consultados también alabaron la buena formación de muchos empleados cubanos, especialmente en sectores abiertos al exterior como el farmacéutico y biotecnológico. Pero señalaron que estos sectores especializados no han podido liberar todo su potencial por la dificultad para obtener determinados bienes intermedios y materiales, toda vez que el embargo norteamericano continúa vigente.
Ejecutivos del sector energético explicaron a Expansión que hay mucho interés por parte de Cuba para desarrollar las energías renovables y elevar su cuota de generación desde el 4% actual al 24% en 2030. Sin embargo, añaden, "no hay seguridad de cobro, porque depende del Gobierno, y nadie te garantiza que vaya a pagar".
Por último, las fuentes se refirieron a la inseguridad jurídica para las inversiones en la isla, a pesar de que Cuba se ha abierto al exterior en los últimos años con la Ley de Inversión Extranjera de 2014 y la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, que cuenta con un marco regulatorio propio y una administración más ágil.
La incertidumbre jurídica incluye el temor a entrar en posibles conflictos legales con Estados Unidos en caso de ocupar propiedades intervenidas a sus empresas y ciudadanos, sobre las cuales hay cerca de 6.000 reclamaciones pendientes en los tribunales estadounidenses.