Los contratiempos de Estado de Sats parece que se convertirán en cotidianos: apócrifos mensajes desalentadores, operativo intimidatorio, detenciones innecesarias. Pretenden rendir el espacio por falta de quórum, pero mi impresión es que Estado de Sats apareció para quedarse, satisface una necesidad que no provee ningún espacio institucional, por muy abierto que pretenda ser.
Invitada a hablar sobre trabajo por cuenta propia, compartí el panel presentado por Antonio Rodiles con el periodista Orlando Freire y con Antonio Ocampo y Francisco Valido, gastronómico y transportista privados respectivamente. Creí que mi incursión como “experta” en el tema me depararía nerviosismo, pero de eso nada. Un ambiente distendido conectó por más de dos horas a los presentes. Preguntas, opiniones, risas, y al final, más preguntas y muchas felicitaciones. Tuve la alegría de conocer en persona a una cubana que vive en España a la que ya conocía virtualmente. Todo hubiera estado muy bien de no ser porque a varias personas se les impidió llegar.
En casa, luego del almuerzo, la emprendí con (o contra) la cocina. Una limpieza minuciosa, de las que no se hacen todos los días, para poner el ego en su sitio, para recordarme que no se trata de hablar bien en un panel, que sigo siendo una ciudadana más.
Publicado enel blog La Mala Letra de Regina Coyula 2 de septiembre de 2013
Invitada a hablar sobre trabajo por cuenta propia, compartí el panel presentado por Antonio Rodiles con el periodista Orlando Freire y con Antonio Ocampo y Francisco Valido, gastronómico y transportista privados respectivamente. Creí que mi incursión como “experta” en el tema me depararía nerviosismo, pero de eso nada. Un ambiente distendido conectó por más de dos horas a los presentes. Preguntas, opiniones, risas, y al final, más preguntas y muchas felicitaciones. Tuve la alegría de conocer en persona a una cubana que vive en España a la que ya conocía virtualmente. Todo hubiera estado muy bien de no ser porque a varias personas se les impidió llegar.
En casa, luego del almuerzo, la emprendí con (o contra) la cocina. Una limpieza minuciosa, de las que no se hacen todos los días, para poner el ego en su sitio, para recordarme que no se trata de hablar bien en un panel, que sigo siendo una ciudadana más.
Publicado enel blog La Mala Letra de Regina Coyula 2 de septiembre de 2013