El gobernante cubano Raúl Castro anunció el 4 de diciembre, durante el último acto de masas en memoria de Fidel Castro, que convertirá en ley el último deseo de su hermano: prohibir estatuas, calles, plazas o monumentos en su memoria, porque "Fidel rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad".
El anuncio, luego de nueve días de luto obligado durante los cuales las autoridades militares se encargaran de sancionar, confiscar y reprimir a cuanta persona mostrara desobediencia a las imposiciones, sorprendió a los cubanos.
Juan González Febles, periodista independiente de La Habana, señaló que el anuncio decretado fue al estilo “yo soy Fidel, Fidel siempre”, que acompañó al exgobernante durante toda su vida.
En Camagüey, el bloguero Henri Constantin, director de la Revista La hora de Cuba, recordó que la presencia de la figura de Castro en todos los órdenes de la vida de los cubanos desde 1959 fue muy fuerte.
Señaló que "en todas las instituciones del estado, en vida de él, tenían puestos sus retratos, sus pensamientos, reflexiones... y la población, incluidos los niños, eran obligados a escuchar los discursos y alocuciones".
Para la joven habanera Kirenia Yalit, que dirige la independiente Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, en la isla los "símbolos patrios, nación y país han sido identificados con Fidel Castro".
Los símbolos patrios "que vienen desde mucho antes de la llegada de ellos al poder, el propio gobierno los vinculó a todos sus movimientos, y por tanto varias generaciones los han tenido como símbolos del régimen” , destacó la joven.
Durante los nueve días de duelo nacional, los cubanos despertaron y anochecieron con el rostro de Fidel Castro en las pantallas de sus televisores.
La imagen del exgobernante en sus últimas apariciones en público, muy deteriorado físicamente, fue anulada ante la avalancha de fotos del pasado que exhibieron en grandes carteles descolgados en edificios, o en los balcones de las casas.
En las palabras de despedida, Raúl Castro anunció que en el próximo período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (a finales de diciembre) se analizarán las propuestas legislativas requeridas para que prevalezca la voluntad del “compañero Fidel”.