"Se sabe con la enfermedad que entras, pero no con la (que) puedas salir", esa fue la frase de la mayoría de las personas con las que pude establecer una conversación, que permanecían ingresados en el Hospital Julio Trigo López, en el municipio Arroyo Naranjo.
Desde dengue, hongos, cólera, hepatitis e infecciones, hasta bacterias en los salones de operación son las enfermedades frecuentes de las que puedes contagiarte si te encuentras hospitalizado o de acompañante. La extrema falta de higiene es la causa fundamental.
Es normal encontrarse casos como el de Rosa M Hernández de 70 años, que ingresó en el hospital semanas atrás con diagnóstico de cirrosis hepática. Y, tras permanecer unos días en el hospital, fue contagiada con el virus del dengue. A pocos metros de distancia (en una de las salas del 3er piso), se encontraban varios pacientes ingresados con esta enfermedad, que carecían de las medidas preventivas fundamentales (mosquitero) para no contagiar a los que estuvieran a su alrededor.
"Mi mamá ingresó con el fin de realizarse una paracentesis (extracción de líquido abdominal) y por poco se me muere, pero de dengue, no tengo ninguna queja de los médicos. La calidad y la atención son bastante aceptables, pero la falta de higiene es extrema. Aquí me he encontrado baños en peor estado que los baños públicos de los carnavales de La Habana y hasta sangre en las paredes", me contó Gladis Rodríguez, hija y acompañante de Rosa.
Muchas personas prefieren enfrentarse a las enfermedades menos invasivas (aunque requieran hospitalización), en sus casas con los tratamientos requeridos a permanecer internados, corriendo el riesgo de salir con alguna enfermedad peor que la que ya tenían. El ingreso es la última opción.
Una de las enfermeras intensivistas que se encontraba de guardia, la cual no quiso que se revelara su identidad, nos contó que, semanas tras, el salón de operaciones del Hospital tuvo que cerrar varios días por la presencia de una bacteria. "Lo triste del caso es que cuando cierran unos días para desinfectar, ya varios pacientes han sido contagiados".
En otra visita al hospital varios días después, tuve la posibilidad de entrar a la sala de cirugía general, donde los pacientes ingresan para operarse y pasan luego al postoperatorio. La falta de higiene también se nota a simple vista. Leonardo Aguilar, paciente operado de una hernia inguinal, me contó su dramática historia. "Ingresé hace un mes para practicarme una cirugía de una hernia inguinal, dicha cirugía se suponía que no era nada complicado y en menos de una semana estaría de alta. El caso es que al parecer en el mismo salón cogí un estafilococo y ahora mi herida no sana de la infección". A Leonardo lo han tratado con varios antibióticos de amplio espectro, actualmente se encuentra con una vena canalizada para poder suministrarle antibióticos directo al flujo sanguíneo.
Tras recorrer las instalaciones y observar una de las entradas del salón de operaciones, pude ver que no solo la falta de higiene es crítica, el mal estado y deterioro de todas las áreas también lo son. Existen partes del hospital (incluso las propias salas) que están siendo restauradas. El polvo, cemento y materiales de construcción se pueden respirar en el ambiente. Esto no es nada bueno para los pacientes, especialmente para Alex Sosa Rodríguez, hospitalizado con una infección respiratoria.
"El polvo me va a matar, llevo varios días aquí pero ya no aguanto más esto, mañana mismo pido el alta y me voy de aquí por mi cuenta". Exclamaba Alex en alta voz cuando me acerqué a preguntarle por su estado de salud y por qué había ingresado.
Conversé un momento con una empleada de limpieza que no quiso decirme su nombre, pero me contó que hace varios meses limpia con la misma frazada de piso, muy deteriorada. La falta de implementos de limpieza también está a la orden del día. "Se hace lo que se puede, a mí no me dan nada para trabajar", me dijo eludiendo la conversación y retirándose cuando le pregunté ¿por qué tanta falta de higiene y suciedad en el hospital?
Los acompañantes muchas veces traen de sus casas los implementos de limpieza y limpian ellos mismos las partes donde se encuentran sus familiares para tratar de disminuir la suciedad. "Al personal de limpieza se le exige poco en este hospital. No sé quién será el responsable directo de que esté todo como está. Yo misma limpio el cubículo de mi esposo cada vez que puedo, si espero porque venga alguien y mantenga esto limpio nos comen las bacterias". Esto me lo expresó María Elena Mesa.
Otra de las acompañantes de un recién operado de la misma sala: "El personal de limpieza de los hospitales gana mejor salario que los propios médicos (de 1000 a 1400 pesos). Ni yo ni nadie entiende eso, como tampoco entiendo por qué no se les exige más ni se le facilitan los medios necesarios para limpiar, o por lo menos que se preocupen más por este problema a los que les toque preocuparse. No veo la hora de que le den de alta a mi esposo y poder irme de esta suciedad", añade María Elena.
Los agentes patógenos proliferan con mayor facilidad en lugares que carecen de higiene, los pacientes recién operados que presentan heridas que son vías de ingreso rápido al organismo para las bacterias y microorganismos, son los que corren mayores riesgos. Es muy normal que los enfermos prefieran quedarse en sus casas y eviten por todos los medios permanecer hospitalizados en estas condiciones, aunque la enfermedad que padezcan así lo requiera.
Publicado en Cubanet.org el 7 de enero de 2014 por Orlando González.