Especialistas cubanos alertaron este domingo sobre la creciente contaminación del aire en La Habana, que sin llegar a extremos alarmantes de otras capitales latinoamericanas es preocupante, publicó la agencia de noticias AFP.
Un inventario de emisiones de las principales fuentes industriales de La Habana, realizado por especialistas, arrojó que los principales contaminantes son el dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono, los compuestos orgánicos volátiles y las partículas derivadas del polvo.
Más de 119.900 toneladas de estos contaminantes se registraron en el año 2012, a partir de la suma de las emisiones de termoeléctricas, grupos electrógenos, calderas, hornos, incineradores, refinerías e industrias, informó Osvaldo Cuesta, director del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera del Instituto de Meteorología.
A estas, "se suman de manera creciente las llamadas fuentes móviles, como los ómnibus y los carros (automóviles) antiguos que circulan por nuestras calles sin motores modernos", destacó.
Cuesta dijo que la contaminación del aire en La Habana dista de los índices de "Sao Paulo, México y Santiago de Chile", pero admitió que sus niveles ya son preocupantes.
Cuba "padece también el auge no planificado de las pocas industrias y de asentamientos urbanísticos, el uso de tecnologías atrasadas en el transporte y la producción, y la baja calidad del saneamiento básico", añadió.
Un inventario de emisiones de las principales fuentes industriales de La Habana, realizado por especialistas, arrojó que los principales contaminantes son el dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono, los compuestos orgánicos volátiles y las partículas derivadas del polvo.
Más de 119.900 toneladas de estos contaminantes se registraron en el año 2012, a partir de la suma de las emisiones de termoeléctricas, grupos electrógenos, calderas, hornos, incineradores, refinerías e industrias, informó Osvaldo Cuesta, director del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera del Instituto de Meteorología.
A estas, "se suman de manera creciente las llamadas fuentes móviles, como los ómnibus y los carros (automóviles) antiguos que circulan por nuestras calles sin motores modernos", destacó.
Cuesta dijo que la contaminación del aire en La Habana dista de los índices de "Sao Paulo, México y Santiago de Chile", pero admitió que sus niveles ya son preocupantes.
Cuba "padece también el auge no planificado de las pocas industrias y de asentamientos urbanísticos, el uso de tecnologías atrasadas en el transporte y la producción, y la baja calidad del saneamiento básico", añadió.