Este viernes se cumplen cinco años del fallecimientos de la opositora Laura Pollán, líder del grupo Damas de Blanco, cuya muerte representó una sensible pérdida para la disidencia interna en la isla.
Pollán, que falleció el 14 de octubre del 2011 a los 63 años de edad de un paro cardíaco, era una maestro de profesión.
Fue internada pocos días antes de su muerte en una clínica en La Habana tras una enfermedad respiratoia viral que le costó la vida.
No se consideró “política” hasta que fue encarcelado su esposo, el opositor Héctor Maceda, quien cayó en una redada del Gobierno contra 75 opositores en un proceso que se conoció como Primavera Negra. Los opositores fueron condenados entonces a penas de entre 6 y 28 años de cárcel.
Pollán fue una de la co-fundadoras de Damas de Blanco.
Junto a su grupo asistió cada domingo a misas de la Iglesia Católica en un barrio residencial de La Habana. Durante las caminatas fueron a menudo repudiadas por simpatizantes del Gobierno.
Fue Laura Pollán quien solicitó y lideró una petición al cardenal cubano Jaime Ortega para que intercediera por ellas y sus familiares ante el Gobierno de la isla en el 2010.
Su entrevista con Ortega impulsó un inédito diálogo entre las autoridades católicas de la isla y el Gobierno de Raúl Castro, que condujo a la liberación de medio centenar de presos políticos que quedaban tras las rejas del grupo de 75 condenados en el 2003.
Tras la liberación del grupo, Pollán continuó su activismo para exigir el respeto a los derechos humanos en la isla.
A cinco años de su muerte, Leticia Ramos Herrería, miembro del grupo, conversó con Radio Martí acerca del legado de Pollán.
"Recuerdo a laura como una mujer muy sencilla, muy dulce, pero a la vez una mujer muy valiente a pesar de haber sido una persona enferma de diabetes y firme en las ideas. Nunca claudicó", dijo.
"Fue un golpe muy duro para el movimiento Damas de Blanco", opinó.
Tras la muerte de Pollán, el movimiento ha atravesado crisis de liderazgo y peleas internas que han salido a la luz pública en varias ocasiones.
No obstante, el grupo continúa activo en su oposición al sistema político vigente en Cuba.
El alcalde de Miami, Tomás Regalado, entregó recientemente a su actual líder, Bertha Soler, la llave de la Ciudad de Miami, un reconocimiento que recibió en nombre de la disidencia interna.