La escritora cubana Nivaria Tejera (Cuba, 1929) acaba de fallecer en París, donde vivió y creó la mayor parte de su vida.
En el año 2008, en el contexto del IV Congreso Internacional sobre Creación y Exilio, la Asociación Cultural "Con Cuba en la distancia", a propuesta de una serie de académicos, entregó a Nivaria un premio como reconocimiento al conjunto de su obra. Fue el inicio de una relación entrañable.
En las palabras de presentación del premio decía: "Nivaria Tejera es una escritora cubana cuyo valor reside no en su representatividad dentro de un grupo o generación literaria sino, precisamente, en su singularidad".
Gran parte de su obra la escribió en el exilio, en diferentes países; "huyendo de diferentes dictaduras", nos explicaría ella.
Tengo en la memoria el recuerdo de un sentimiento que casi podía tocar: el dolor de Nivaria por Cuba.
"Todavía están por estudiarse las claves que podría entregarnos su escritura para entender ese fenómeno casi universal hoy día que es la creación artística fuera de las fronteras nacionales". Explica en una de las propuestas para el premio la académica cubana Madeline Cámara, profesora de la Universidad del Sur de la Florida (USF).
Madeline Cámara se haría cargo de ello, y de que su obra tuviera el reconocimiento académico que merecía.
Nivaria se reconocía iconoclasta, desafiante y transgresora por naturaleza. Escribió poesía, novela, ensayo y filosofía. En todos los géneros prevalece el lirismo de su palabra y el espíritu del intelectual comprometido que produce independientemente del contexto porque su búsqueda es la de las verdades esenciales del ser humano.
Entre su obra, prosa poética: Espero la noche para soñarte, Revolución y Huir la espiral; poesía: Luz de lágrimas y La gruta; novela: El Barranco.
Nivaria querida, descansa en paz, Cuba está en tu alma.