Ismael Hernández tenía 20 años cuando se vinculó al grupo de Acción y Sabotaje de Movimiento 30 de Noviembre para poner en jaque al gobierno traidor que pretendía imponer la doctrina comunista en la isla.
Las acciones en las que participó buscaban atentar contra los poderes del estado "porque esa era una de la vías para combatir el comunismo en aquella etapa".
El grupo de Acción y Sabotaje se enfocaba en dañar las propiedades del gobierno, que una vez en el poder le quitó todo a la gente. En entrevista con Martí Noticias, -aclaró-, nunca emprendieron acciones que afectara a la población.
Para Ismael y su generación Fidel Castro se convirtió en un traidor que estaba desviando la revolución hacia una "dictadura personal inspirada en las ideas comunistas".
Los jóvenes coincidieron en que el comunismo era reprobable y la actuación de Castro estaba alejada de las motivaciones que tuvieron para luchar contra el gobierno de Fulgencio Batista, que no garantizaba la plena democracia.
Recuerda que en los años en que empezaron a organizar la confrontación un amigo que había sido del Ejército Rebelde le decía "de nosotros es la Revolución, de Fidel es la traición".
Por esa razón, integrantes del Ejército Rebelde que habían estado en combate y tenían experiencias en la lucha armada decidieron alzarse en armas mientras que otros apoyaron desde el clandestinaje.
Los que se enfrentaron al comunismo lo hicieron según las posibilidades que tenían en su radio de acción. Hubo acciones en la ciudad y combates de las guerrillas en las montañas.
A la hora de la lucha y la conspiración nadie reparó ni en procedencia social, ni el color de la piel. Estudiantes, campesinos y miembros del Ejército Rebelde que se dieron cuenta de lo que se avecinaba se dispusieron a la lucha.
Arresto, pena de muerte primero y cárcel después
El 13 de octubre de 1961 y tras un año en el clandestinaje, fue arrestado en Miramar. Tenía 21 años y era el jefe nacional de acción y sabotaje del Movimiento 30 de noviembre.
Un tribunal lo sentenció a la pena de muerte por fusilamiento porque consideraron que sus acciones "atentaban contra los poderes del estado y la Revolución", luego le conmutaron la pena por 30 años de cárcel.
Estuvo entre los miles de presos políticos cubanos que fueron a parar a la tristemente célebre cárcel Modelo de Isla de Pinos, donde los torturadores llamados "reeducadores", intentaron sin éxito doblegarlos.
Cuando fue excarcelado intentó quedarse en Cuba para continuar la confrontación, pero su condición de expreso político no le permitió elegir dónde esperar la vejez.
El exilio fue el camino impuesto. "Te vas o te vas", fue la orden del militar que le insistió de forma muy directa en que "si te quedas aquí vas a seguir intentándolo contra el gobierno, donde quiera que te metas te vamos a buscar y para ese momento cuestionarán quién te permitió quedarte y no seré yo el que tenga que responder a los mandos superiores por esa pregunta".
Vive en Miami y sigue integrando el Movimiento 30 de Noviembre. El exilio es una nueva etapa en su vida y no desaprovecha los foros en los que también se puede combatir el comunismo. Integra la Asamblea de la Resistencia y participa en las sesiones abiertas para denunciar los crímenes de lesa humanidad de la dictadura en Cuba.
Se dedica a mostrar al mundo el horror que se vivió en la isla a partir de la aplicación de la doctrina comunista.