Mariela Castro Espín, hija del gobernante cubano Raúl Castro y de Vilma Espín (1930-2007), podría ocupar un cargo importante en el gabinete del sucesor de su padre en la presidencia de Cuba, señalan analistas que evalúan escenarios posibles en el nuevo reparto de poder en la isla.
En mayo de 2017, Castro Espín aseguró a Reuters que nunca aceptaría ser nominada a la presidencia de Cuba, pero que en el proceso de sucesión podría haber sorpresas.
"Los hombres y mujeres del pueblo de Cuba son candidatos", dijo a los periodistas. "No digo: 'lo somos', porque nunca me dejaré nominar para una tarea tan grande".
Según un sondeo realizado en agosto de 2017 por el diario independiente 14yMedio sobre quiénes podrían sustituir a Raúl Castro cuando deje el poder en 2018 en abril de 2018, solo el 3.3 por ciento de los encuestados considera que Mariela Castro Espín tiene posibilidades de ocupar el cargo de su padre.
Castro Espín, de 55 años, de edad, es diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde febrero de 2013, y dirige el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
Castro Espín preside, además, el Centro Cubano Multidisciplinario para el Estudio de la Sexualidad, y la Comisión Nacional para el Tratamiento de Disturbios de Identidad de Género.
También es miembro del Grupo de Acción Directa para Prevenir, Enfrentar y Combatir el SIDA, y ejecutivo de la Asociación para la Salud Sexual Mundial (WAS)
Dos caras de una moneda
Dentro del CENESEX, Castro Espín ha promovido desde el oficialismo los derechos de la comunidad LGBTI, y ha presentado ante el Parlamento un proyecto de ley, todavía pendiente, que modificaría el Código de Familia cubano, con aspectos como la unión legal entre parejas del mismo sexo.
Pero a pesar de sus cargos, membresías y proyección pro derechos LGBTI dentro y fuera de la isla, no todos reconocen como legítimo el liderazgo de Mariela Castro Espín.
"Ella defiende en la actualidad la causa de los homosexuales, de los bi y de los trans, pero no cuestiona lo que sus ilustres familiares hicieron con ellos en el pasado. Cuba fue, en los años sesenta, un verdadero campo de concentración para los homosexuales", señaló en junio de 2017 el periódico español El País.
Según el diario español, "la sobrina de Fidel Castro es vista por algunos como una disidente, gran defensora de homosexuales en Cuba, pero no lo es".
El escrito agrega que "lejos de la vista de los pobres cubanos, mantenidos a una distancia respetable", se la puede ver con cierta frecuencia en las capitales extranjeras, interviniendo en foros internacionales.
En junio de 2017, la Castro Espín visitó Madrid para participar en un evento sobre violencia urbana. A su arribo al aeropuerto de Barajas, un desagradable incidente con la prensa marcaría el viaje.
Cuando el periodista español Guillermo Sánchez, de Hispano Post, le preguntó "¿qué tal por España?", ella le ignoró, y con evidente desprecio pidió a sus guardias de seguridad que alejaran a ese "moco pegado".
La también diputada defiende la política de partido único que ha regido en Cuba bajo los Castro por más de 50 años, y ha dicho que está a favor de que la mujer cubana pueda decidir si quiere o no abortar.
En 2008, el Gobierno cubano convirtió en ley una propuesta presentada por Castro Espín que autoriza la cirugía de cambio de sexo en la isla a personas transgénero, en lo que podría considerarse su mayor logro.
Sin embargo, en marzo de 2017, mientras recibía el premio “Maguey Activista” en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara por "su destacada lucha por los derechos de la comunidad LGBTI y los derechos sexuales de los cubanos”, Castro Espín justificó la no adopción en Cuba de una ley a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo porque, a su juicio, "no se puede repetir lo que hacen otros".
En una charla que sostuvo luego de recibir el galardón, la funcionaria cubana explicó que al régimen cubano no le gusta "copiar".
El 29 de septiembre de 2017, Cuba se abstuvo en una votación para aprobar una resolución que condena la pena de muerte basada en la orientación sexual o la identidad de género.
“Esa decisión de abstenerse conforma el conjunto de posturas gubernamentales ante las cuales Mariela Castro, como directora del CENESEX, solo está capacitada o autorizada para responder con su silencio”, señaló entonces Luis Manuel, abogado de un bufete estatal.
De educadora de Círculos Infantiles a figura internacional
Según fuentes oficiales, la hija de Raúl Castro es licenciada en Pedagogía y Psicología por el Instituto Superior de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", de La Habana. Tiene un máster en sexualidad y es especialista en Metodología de Intervención en los Procesos Correctores Comunitarios.
Antes de ocupar cargos de mayor nivel, fue educadora de Círculos Infantiles, Profesora Auxiliar de la Universidad Médica de La Habana, jefa de la Cátedra de Sexología y Educación de la Escuela Nacional de Salud Pública y miembro de la Comisión Nacional del Programa de Atención Integral a la Salud de los Adolescentes.
En 2012, el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios (COMAU) le entregó a Castro Espín y a otros cuatro cubanos el Premio Mundial de las Ciencias Eureka.
El Sistema de las Naciones Unidas en Cuba reconoció su trabajo al frente del CENESEX en mayo de 2016 en La Habana, con el premio "Únete al Compromiso con la Igualdad y la No Violencia de Género".
Myrta Kaulard, coordinadora residente de Naciones Unidas en la isla, dijo entonces que el premio se entregaba al CENESEX y su directora por la contribución a la defensa de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersex (LGBTI) en Cuba y la colocación de la violencia de género en la agenda pública.
Un mes más tarde, la hija del gobernante cubano Raúl Castro recibió en Victoria, Canadá, el premio Be Justice que entrega el Instituto de Justicia Global de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM).
Sin embargo, grupos independientes que defienden los derechos de la comunidad LGBTI en Cuba han tomado distancia del CENESEX, dirigido por Castro Espín. Los activistas alegan que dicha institución no representa sus intereses.
"Los ataques físicos a miembros de nuestra comunidad por parte de ciudadanos, o de pandillas en varias zonas de la capital cubana, y los arrestos arbitrarios en sitios de encuentro, forman parte de las acciones de las autoridades policiales" contra la comunidad, dijo a Martí Noticias el presidente de la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI, el médico y periodista independiente cienfueguero, Nelson Gandulla.
Gandulla agregó que el CENESEX responde a los intereses del Gobierno, por estar suscripta al Ministerio de Salud Pública cubano. El opositor cree que a Castro Espín y la institución que dirige le han encomendado la tarea de "limpiar la homofobia histórica que ha mantenido durante todos estos años la revolución cubana".
En una declaración publicada el 14 de marzo, la fundación que dirige denunció que varios integrantes de la comunidad LGBTI en la isla se han visto obligados a emigrar para huir de la dictadura y del constante acoso, represión y discriminación a que son sometidos en Cuba.
"Mucha gente que cree que soy lesbiana"
Castro Espín está casada actualmente con el fotoperiodista italiano Paolo Titolo, con quien tiene dos hijos. Además, tiene una hija de su matrimonio anterior con Juan "El Chele" Gutiérrez Fischmann, fundador del grupo insurgente Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), y considerado uno de los responsables del asesinato del senador chileno Jaime Guzmán.
Titolo se desempeña como gerente general de Amorim Negócios Internacionais, S.A. en Cuba, y además es fotógrafo. En 2016, expuso en la Casa Europea de la Fotografía de París, Francia, una colección de imágenes de transexuales cubanos bajo el título de "Translúcidas", con el objetivo de "dignificar a estas personas para ayudarlas a salir de la marginación o de los prejuicios de la sociedad".
Según Mariela, la exposición de su esposo mostró el trabajo del CENESEX, que se centra no tanto en la problemática de la transformación corporal, como en que la sociedad debe "superar los arquetipos del binarismo de género", que dejan fuera de lugar a muchas personas por su manera de identificarse y vivir.
En una entrevista con el Periódico 26, diario oficialista de la provincia de Las Tunas, publicada en agosto de 2015, Mariela dejó claro que a pesar de su proselitismo en favor de la comunidad homosexual, ella no lo es.
"Sí, sé que hay mucha gente que cree que soy lesbiana y no lo soy. Pero realmente no me ofende, porque ser lesbiana no es malo. Solo se equivocan en algo poco importante, es como si dijeran que tengo 15 años cuando tengo 53. Con eso no me hacen daño", declaró.
La Castro Espín se autodefine como "una mujer marxista", y asegura que lo que hace diariamente representa para ella "un recurso para trabajar en la toma de conciencia" de los derechos de sus contemporáneos.
Entre deberes y lujos
El licenciado en Ciencias Penales y analista político Juan Juan Almeida señala en un artículo publicado en Martí Noticias en octubre de 2016 que en medio de los preparativos para prevenir los daños del poderoso huracán Matthew, "imágenes de satélite, que son inalterables, revelan cómo entre el 2013 y el presente 2016, solamente en obras de remodelación en la casa de la infanta Mariela, ubicada en calle 206 #1513 entre 15 y 17, reparto Atabey, en La Habana, el gobierno cubano invirtió más del doble, y con el triple de calidad, que los entregados este sábado (octubre 2016) a la zona que permanece en alerta ciclónica".
Agrega que, "la remodelación incluyó deshacer la piscina original de la casa, ubicada en el patio trasero, para poner una nueva (rectangular e importada) en el lateral del inmueble, desmontar un 'viejo ranchón' y construir otro con maderas preciosas de la península de Guanahacabibes, una de las principales reservas naturales de Cuba. Y por si fuera poco, utilizaron diseñadores y constructores para edificar y amueblar una casa adicional estilo bungalow, que sirve para recibir invitados. Toda la remodelación, mano de obra, transporte y refrigerio de las brigadas corrió a cargo de las FAR".
En 2011, Leannes Imbert Acosta, directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGBT, emplazó a Castro Espín a demostrar que en verdad tenía interés para solucionar "los problemas que afectan las vidas de las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros cubanos".
Imbert Acosta señaló que la hija de Raúl Castro "no tiene ni tendrá idea nunca" de lo que han "sufrido los homosexuales cubanos por culpa" del "régimen tan represor y homofóbico" que impera en la isla.
(Redactado por Jorge P. Martínez)