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Opinión: Médico cubano envía atrevida carta por restricciones de viaje


Operativo policial contra las Damas de Blanco
Operativo policial contra las Damas de Blanco

La situación de los recursos médicos cubanos está dada por la gran red de exportación de mano de obra que beneficia en primer lugar al Estado cubano.

Escribió una carta y obtuvo como respuesta la siniestra invitación de oficiales que, con gentil insidia, le condujeron hasta el centro provincial de instrucción del MININT donde le advirtieron: "Aquí no ha pasado nada, pero recuerda que –como Mashenka– desde arriba alguien te mira".

En el cuento ruso, la avispada Mashenka, lucía como una oficial de vigilancia del KGB, invocando miedos al oso, sobre el que cabalgaba.

En diciembre pasado, Cubadebate, Cinco de Septiembre y otros medios oficiales publicaron, con exagerada dosis de perversidad, una serie de cañonazos editoriales y artículos justificando las nuevas regulaciones migratorias impuestas a los médicos cubanos.

Hospital Universitario de Cienfuegos Dr. Gustavo Aldereguía Lima.
Hospital Universitario de Cienfuegos Dr. Gustavo Aldereguía Lima.

Me llamó la atención tanta insistencia, y me dediqué a averiguar la causa de la ojeriza. Porque contrariamente a lo que algunos piensan, cuando el Gobierno de la isla martilla es, sin dudas, que saltó alguna liebre.

Fue difícil pero no imposible descubrir que la mira de toda esa artillería mediática iba dirigida hacia el médico Rosendo López González, especialista de primer grado en Anestesiología y Reanimación, especialista de primer grado en Medicina General Integral y profesor del Hospital Universitario Provincial de Cienfuegos Dr. Gustavo Aldereguía Lima.

Un hombre, que pese a sus méritos profesionales, tiene a su familia en el municipio Aguada de Pasajeros y por carecer de transporte y de un lugar donde quedarse en Cienfuegos, vive en un cuarto del hospital. Por su ejemplar labor, ganó el reconocimiento de amigos, familiares y pacientes. Quizás por eso, y por el enorme compromiso que a veces provoca el no estar ajeno a los problemas, hizo esta
carta dirigida al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que fechada el 7 de diciembre, apareció en los comentarios de Cubadebate el 10 de diciembre, tres días después de enviada:

Cienfuegos, 7 de diciembre de 2015.

Días atrás pude leer en el diario Juventud Rebelde la Declaración del Gobierno Revolucionario relacionado con la situación de los cubanos en Costa Rica. Al iniciar la lectura nunca pensé que sería la justificación para tomar una medida tan drástica contra los profesionales de la salud.

Quien escribe es un simple anestesiólogo de la provincia de Cienfuegos, pero primero que nada un ciudadano cubano amante de la libertad en el más amplio sentido de la palabra. Por supuesto que sería hipócrita si dijera que estoy de acuerdo con los cambios que se avecinan. La historia nunca fue mi fuerte, no obstante me permito al menos recurrir a mi memoria para tocar algunos puntos como precedente.

Hasta hace aproximadamente tres años se les impedía la salida al exterior a los médicos cubanos. Teníamos que esperar una especie de LIBERACIÓN (me suena a comprar la libertad) que en muchas ocasiones se extendía más allá de los 5 años sin importar los años de servicio en el sector.

Un día la dirección del país decidió cambiar las cosas. TOMÓ LO QUE YO CREO LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE EN LA HISTORIA DE SU GESTIÓN PARA CON LOS PROFESIONALES DEL MINSAP. Abrió el diapasón, se nos permitió viajar e incluso contratos individuales para trabajar en clínicas privadas en el exterior (como es normal en todos los países). Simultaneando con esto se comenzaron a dar pasos para aumentar el salario que hasta ese momento se resumía a un estipendio mensual mal pagado.

Dichos pasos fueron tan lentos que solo una tortuga de las islas Galápagos en su viaje a Cuba puede demorarse más. Al fin fue una realidad y al cabo de un año y unos meses, ¡qué alegría! Nos encontrábamos cobrando entre 60 y 66 CUC.

Es en ese momento, y a pesar del aumento estipendial (si es que esa palabra existe), que los médicos cubanos comenzaron a viajar, realizando contratos individuales e incluso dirigirse a lugares con la intención de trabajar en servicios ni siquiera relacionados con la salud. Se respiraba otro aire en los diferentes departamentos, los profesionales de la salud estaban contentos. Viajar no era el punto más importante, sino el hecho de habernos liberado del yugo que hasta ese momento todavía llevábamos. Otras de las tantas medidas que se tomaron y que perjudicaron al sector de la salud fue el hecho de retirarle el permiso a todos aquellos médicos cubanos que cumplieron su misión en África y que les permitía adquirir un medio de transporte que además de ser de uso, con unas cuantas miles de millas recorridas y pagado lo suficiente por parte del turismo se lo vendían bien caro. Además aquellos colaboradores que gozaban de la ayuda de 50 CUC y que inicialmente era de por vida también se vio truncada por una decisión estatal. Ahora pregunto: ¿Cómo se justifica que una medida (permiso de salida) de la que no se tenía conocimiento se haya puesto en vigor y los supuestos beneficios que supuestamente el estado debe hacer gozar al personal de salud no aparezcan después de muchos meses? No somos niños a los que se les engaña con un caramelo. ¿Cómo hablar de robo de cerebro a estas alturas? Me dan pena. Entiendo que el periódico Juventud Rebelde, diario que publica el estado, tratando de darle un giro diferente para lograr dirigir la atención hacia otro punto aborde el tema de esa manera. Quizás un habitante de Marte lo crea. Pero estamos en pleno siglo XXI, para un profesional son puros argumentos sin sentido. Todos los médicos cubanos somos consciente que en los EE.UU es casi imposible ejercer como profesional. ¿Cree usted que de verdad se van engañados? ME DAN MÁS PENA. ¿Cómo puedo necesitar un relevo para viajar si es que la situación de los recursos médicos cubanos está dada por la gran red de exportación de mano de obra con lo cual se beneficia más el estado tanto política como económicamente que el mismo colaborador al cual solo le pagan unas migajas?

Acabemos de darnos cuenta que los únicos culpables somos nosotros de todo lo que está pasando, donde hemos sido incapaces de darle una solución a una situación que se va tornando irreversible y donde sin escrúpulo hemos utilizado al colegio médico para hacer pruebas medicamentosas para ver cuál es la medicina que surte efecto y entonces poner esa medida en práctica. ¿Somos entonces diferentes a otros sistemas que siempre hemos criticado? ¿Podemos llamarnos paradigma de la libertad como lo soñó José Martí? O ¿Es acaso eso libertad? ¿Es acaso democracia? El peso que tenemos que cargar los médicos cubanos es tan grande que solo se compara con el que tuvo que cargar Atlas al sostener el mundo.

Dr. Rosendo López González.

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    Juan Juan Almeida

    Licenciado en Ciencias Penales. Analista, escritor. Fue premiado en un concurso de cuentos cortos en Argentina. En el año 2009 publica “Memorias de un guerrillero desconocido cubano”, novela testimonio donde satiriza  la decadencia de la élite del poder en Cuba.

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