La crisis de la Salud Pública cubana ha sido una denuncia constante por parte de la población, las quejas van desde la escasez de insumos médicos, la espera para una cirugía mayor o menor e incluso para una cita con algún especialista.
“El contexto de este problema se ubica fundamentalmente en la poca o nula inversión que realiza el régimen cubano en este sector, una realidad que intentan minimizar bajo una sombrilla política”, aseguró este miércoles el Dr. Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre, en entrevista con el programa radial Martí Noticias AM.
El galeno, radicado en Colombia, destacó que “el régimen solo invirtió 839. 500 dólares en la compra de material sanitario, un 0.01 por ciento de los 8,000 millones de dólares aprobados en materia de exportación por Estados Unidos a Cuba en el 2023”.
Añadió que "solo emplean el 0.08 por ciento del presupuesto estatal cubano (en la Salud), mientras utiliza el 23.6 por ciento de ese mismo presupuesto para la construcción de hoteles a pesar de la poca afluencia de turistas".
“En el caso de las cirugías, son conocidas las denuncias en redes sociales de que los pacientes tienen que llevar desde jeringuillas, apósitos, soluciones salinas y medicamentos para estar en el salón de operaciones”, detalló el especialista.
Enfatizó que “se suma a esta problemática el lucro por parte de los médicos, que cobran por una cirugía el monto equiparado a su salario de un mes, un sistema de corrupción provocado por el abandono al pueblo cubano, una denuncia que, en su momento, denunció el Gremio Médico Cubano Libre”.
Hasta el ministro de Salud Pública de Cuba, José Angel Portal Miranda, reconoció en su intervención ante la Asamblea Nacional la venta ilícita de servicios médicos, lo que catalogó como “un asunto que no solo va contra la más elemental ética y principios del sistema nacional de salud, sino que afecta la calidad y transparencia en la atención”.
En Cuba también faltan los medicamentos, un viejo problema que se ha agravado en los últimos años con la crisis económica.
“Desde 1993, en la Isla no se producen psicofármacos, sino que son importados, con una deuda alta de pago a los importadores, a lo que se suma el faltante de 240 medicamentos, una situación alarmante que se une con los brotes de dengue y la fiebre del Oropouche”, señaló el Dr. Ruano.
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