Cuando el presidente estadounidense Barack Obama anunció una relajación de las restricciones contra el régimen de Cuba, muchos en el negocio de seguros comenzaron a sopesar las posibilidades.
En un país donde sólo hay dos compañías de seguros, propiedad de una empresa controlada por el Estado, no puede haber ninguna posibilidad de que abra un nuevo mercado lucrativo, publica Insuranse Business.
Incluso cuando las prohibiciones actuales sobre los negocios sean levantadas todavía habrá retos significativos, según un informe del Instituto de Información de Seguros.
"La reapertura de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba puede resultar interesante en las futuras oportunidades comerciales para las empresas estadounidenses presentes, incluidas las aseguradores de propiedad y accidentes" dijo el presidente del Instituto de Información de Seguros Robert Hartwig III.
Hartwig marizó: "La actual situación económica y política de Cuba no puede crear un ambiente de negocios ideal para las aseguradoras en la actualidad".
Señala que el perfil de riesgo de Cuba, que incluye huracanes y terremotos, hace que el ambiente que requiere ese tipo de protección que sólo las compañías de seguros pueden proporcionar, tiene que ser transparente.
El informe pone de relieve la capacidad financiera limitada del Gobierno de La Habana para proteger contra los riesgos, y añade que en la isla deberían abrir las puertas para las aseguradoras internacionales, si el Gobierno no puede proporcionar la protección que necesitan los cubanos.
En un reportaje de la cadena Fox, ya se señalaba el año pasado que, aunque las empresas aseguradoras estadounidenses han estado explorando las posibilidades de negocios en Cuba, a muchas les resultará más fácil decirlo que hacerlo:
"Para empezar, todavía existe el embargo, y para hacer negocios las empresas tendrán que sortear las capas de leyes y regulaciones de los Gobiernos de Estados Unidos y Cuba".