Las autoridades cubanas aprobaron nuevas medidas para las operaciones de compraventa y traspaso de viviendas a fin de evitar declaraciones por debajo del valor de los inmuebles y el encubrimiento de compras a través de donaciones para evadir los impuestos establecidos, informaron hoy medios oficiales citando la publicación del diario Granma.
Una de las disposiciones recién adoptadas establece "un nuevo valor referencial, con relación al mercado, para aplicar a la transmisión de viviendas por donación y compraventa".
Aunque no ofrece detalles específicos, indica que con esta decisión "se definen variables para la determinación del valor referencial como la cantidad de dormitorios, la tipología constructiva, las facilidades urbanísticas, la importancia de los asentamientos, y la existencia de garajes, patios y jardines".
El Banco Central de Cuba (BCC) entregó en los últimos tres años un total de 3.231 millones de pesos (unos 135 millones de dólares) en créditos a particulares, de los que un 63% se destinaron a la construcción y reparación de viviendas.
En el caso de las viviendas construidas con apoyo estatal, el Consejo de Ministros ha ordenado ahora la obligación de ingresar al Presupuesto del Estado el monto del subsidio otorgado en el caso de que el propietario venda o done la vivienda en los primeros quince años a partir de la adquisición de la propiedad.
También ha decidido que las viviendas asignadas por el Estado en régimen de propiedad tendrán que pagar el valor de su construcción a precios del mercado minorista.
"La medida se adopta ante la subdeclaración de ingresos, tanto de vendedores como compradores, quienes declaran un precio menor al del acto real de compraventa", refirió el diario oficial y añade que se están "enmascarando" compras como donaciones, lo cual también "constituye evasión fiscal".
La nueva política para la trasmisión de la propiedad de las viviendas fue aprobada durante una reunión del Consejo de Ministros de la isla que presidió el pasado viernes Raúl Castro. El reporte aclara que se mantiene el impuesto del 4% establecido para la compraventa de viviendas entre particulares, una posibilidad que fue autorizada en 2011, tras estar prohibida durante décadas.
Las operaciones de compraventa de viviendas experimentaron un crecimiento del 3% durante 2013, según datos del Ministerio de Justicia.
Para paliar el problema de la vivienda en el país, en 2010 el Gobierno cubano abrió la concesión de licencias de construcción y liberó la venta de materiales, y el año pasado amplió un plan de créditos y subsidios para reparar, conservar y construir casas por esfuerzo propio.
La vivienda es uno de los principales problemas sociales más sensibles en Cuba, donde el fondo habitacional asciende a más de tres millones de inmuebles, de los que casi un 40% está en mal estado, mientras el déficit general se calcula en más de 600.000 casas.