Disidentes cubanos lamentaron hoy que el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, no se reuniera en su primera visita oficial a Cuba con opositores y grupos de la sociedad civil, aunque agradecieron su gesto de reclamar que se permita viajar a los presos liberados del "Grupo de los 75".
Una de las más críticas con la visita de Margallo fue la disidente Marta Beatriz Roque, quien dijo a Efe que, al no incluir a los disidentes en su agenda, "fue complaciente" con un sistema que no quiere que los diplomáticos se reúnan con la oposición. Roque es la única mujer del "Grupo de los 75", los disidentes encarcelados en la Primavera Negra de 2003, y quedó libre en 2004 aunque con licencia extrapenal, figura que mantiene vigente las condenas y bajo la que también están otros once miembros de ese grupo que fueron excarcelados en 2011.
Al concluir su visita Cuba, Margallo explicó que se interesó ante las autoridades de la isla por la situación de estas 12 personas para que se les deje viajar y también pidió que se permita volver a Cuba a los antiguos presos políticos que viven en España fruto del proceso de excarcelaciones acordado en 2010 por el Gobierno y la Iglesia Católica.
Roque, que además de cubana tiene nacionalidad española, recordó a Efe que no puede viajar fuera de su país. "Soy la única de los 12 que tiene nacionalidad española. Se supone que el ministro debe velar por los intereses de todos los españoles, aunque parece que yo no figuro entre sus intereses", dijo la disidente, quien pidió por carta a Margallo una reunión pero nunca recibió respuesta, según dijo.
Otro de "Los 75" y líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, valoró las palabras de Margallo como "muy positivas", porque confirman el apoyo de España a las personas que luchan "por las libertades y los Derechos Humanos". Sobre el hecho de que el gobernante Raúl Castro no recibiera al Ministro, lo consideró un gesto "muy elocuente" que muestra que el Gobierno cubano "tiene que estar muy molesto" por las palabras de Margallo sobre las reformas, los presos y su conferencia sobre la transición española.
Ferrer aprovechó para denunciar que, cuando Margallo se iba de Cuba, el disidente Guillermo Fariñas sufría en la ciudad de Santa Clara (centro) un ataque de lo que denominó "un agente infiltrado" en la organización que él preside, el Frente Antitotalitario Unido, quien le intentó agredir con un arma blanca en una reunión. "Estos hechos demuestran la nula voluntad del régimen para cumplir acuerdos internacionales o avanzar en materia de Derechos Humanos", afirmó Ferrer.
El propio Fariñas confirmó a Efe el incidente, del que salió ileso, aunque una integrante de las Damas de Blanco que estaba en la reunión fue apuñalada y está ingresada en el hospital provincial de Santa Clara.
Por su parte, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, también lamentó en declaraciones a Efe que Margallo no hiciera un hueco en la agenda para los opositores, aunque consideró que vino con "buena voluntad" para intentar hacer algo por los expresos políticos que no pueden viajar. Soler también se refirió al "desplante" de Raúl Castro a García-Margallo, que "significa que el Gobierno no tiene intención de hacer nada de lo que el Ministro planteó ni voluntad de que existan libertades". "Demuestra que Cuba es un país con un Gobierno totalitario y dictador", aseveró la líder de las Damas de Blanco, grupo formado por esposas y familiares de los presos políticos del "Grupo de los 75".
La prensa oficial cubana recoge la visita de García-Margallo a Cuba y la reunión que mantuvo con el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, pero no menciona sus declaraciones sobre los presos políticos y la necesidad de acelerar las reformas económicas.