El opositor José Rolando Casares, condenado a 5 años de trabajo correccional sin internamiento por los supuestos delitos de “atentado y desacato”, filtró esta semana el audio de la reunión con la jefa del tribunal que lo condenó, en la que la funcionaria lo conmina a aceptar el empleo que le están ofreciendo y lo advierte de las consecuencias si no acata la medida.
Casares, de 39 años, explicó a los realizadores del programa Cuba Al Día, de Radio Martí, que reiteró a la presidenta del tribunal municipal de San Juan y Martínez, Oneida González Valdés, su decisión de no aceptar el trabajo que le han ofrecido como operario de una fábrica de bloques.
“Yo sencillamente le digo lo que debe hacer, usted es muy responsable, hace lo que entienda y le digo que analice lo que le estamos diciendo, yo le doy tiempo para que usted lo haga, si usted no cumple con lo establecido nosotros tenemos que proceder”, dijo la funcionaria sin entrar en detalles.
A la reunión, dos veces postergada y finalmente celebrada el miércoles, asistieron una trabajadora social, el jefe de sector del municipio San Juan y Martínez, una representante de la FMC y funcionarios del órgano de Trabajo y de Prevención del municipio.
"Yo no voy a acatar la orden. Ustedes me están sancionando injustamente, yo les digo que yo no voy a trabajar ni en la forestal, ni limpiando patios, ni limpiando calles, ni nada de eso”, dijo.
“Donde me vayan a ubicar, que no corresponda con mi nivel y mi trabajo, realmente yo no voy a trabajar”, reiteró el periodista independiente y maestro de profesión.
"Para mí tú eres un delito común"
Según la jefa del tribunal municipal, los presentes en la reunión están encargados de "dar seguimiento" a él y a su esposa, Yamilka Abascal, condenada a dos años de reclusión domiciliaria por los mismos delitos.
“Te van a estar chequeando en tu zona de residencia, que tengas un comportamiento adecuado”, dijo la funcionaria en el audio al que Radio Martí tuvo acceso.
En la conversación, la propia funcionaria reconoce que el opositor "es una persona muy respetuosa" y que ella no tiene "la menor de las quejas" sobre él.
Más tarde, cuando Casares insiste en que no trabajará en esas condiciones y culpa a la Seguridad del Estado de haber fabricado el caso e influido al tribunal, la funcionaria cambió el tono.
"Tú te estas dando una importancia que para nosotros no la tienes. Nuestra labor es ubicarte a trabajar, controlarte en la zona de residencia porque te estoy diciendo que para mí tu eres un delito común (...) (Lo de) la Seguridad (del Estado) es problema de ellos y el trabajo de la Seguridad (del Estado) nada tiene que ver con esto”, respondió la jueza.
“Si trabajas, bien, si no trabajas es tu problema”, siguió la funcionaria. “Yo estoy pensando que tú tienes tres niños chiquitos, yo estoy pensando que tu viaje a la prisión no es gracioso, no es un picnic", explicó la funcionaria en lo que lució como un intento de dejar el balón en su cancha.
Luego le insistió en que va a "someter" a la esposa a llevarle una "jaba mensual" a la cárcel.
Poco antes, Yamilka Abascal había sido informada sobre las condiciones en que deberá cumplir la sanción de dos años de reclusión domiciliaria, imputada en el juicio celebrado a ambos en febrero pasado.
“Me dijo que yo no estoy supuesta a trabajar por la situación que tengo yo con los niños y que voy a cumplir privación de libertad aquí en la casa sin poder moverme a ninguna parte, que tenía que estar aquí todo el tiempo, que para donde me fuera a mover tenía que solicitar a ella (la jueza) un documento que me acredite”, explicó Abascal.
Un recuento del caso
Casares contó al periodista Tomás Cardoso, de Radio Martí, que fue llevado a juicio en febrero pasado y condenado, primero a 5 años con internamiento y luego el tribunal determinó que cumpliera la misma sanción pero sin internamiento.
Todo había comenzado, dijo, en la madrugada del 14 de julio del 2016, cuando oficiales de la Seguridad y miembros de organizaciones políticas detuvieron frente a su casa al opositor Raudel Alvarez Palacios, con quien tenía previsto viajar ese día a La Habana.
Casares dijo que salió a preguntar las razones para la detención y el operativo se tornó contra él y su esposa, quien también salió al paso gritando consignas contra el Gobierno de Raúl Castro.
El matrimonio tiene tres hijos pequeños. Casares integra la Mesa de Diálogo de la Juventud Cuba y su esposa es activista de derechos humanos.
[Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Tomás Cardoso y del Programa Cuba Al Día]