El béisbol en Cuba atraviesa una mala racha prolongada porque la isla está usando técnicas viejas de bateo y pitcheo, y el formato de las Series Nacionales, con pocos juegos, no favorece el desarrollo de los peloteros, dijo a Martí Noticias el exreceptor del equipo Villa Clara, Ángel López Berrios.
López Berrios abandonó Cuba a principios de 1998 y entrena actualmente en Tampa, Florida, a niños y jugadores que quieren llegar a las Grandes Ligas estadounidenses de béisbol.
¿Qué le pasa al béisbol en Cuba?
"Primeramente, se le han ido muchos jugadores. La deserción de los peloteros cubanos creo que ha afectado mucho la calidad del béisbol cubano. Otra cosa es que, los mejores entrenadores están en otros países dando clases y deberían estar en Cuba. O sea, pagarles un poquito más a esos entrenadores para que ayuden al béisbol en Cuba y organizar las Series Nacionales", respondió López Berrios a Martí Noticias.
Indicó que "el formato de las Series Nacionales está muy mal hecho. Muy pocos juegos, 45 juegos. Antes se jugaban 90 juegos" y el pelotero se desarrollaba, señaló.
López Berrios considera que el formato por el que se guían los dirigentes del béisbol en la isla es obsoleto.
"Cuba está usando mucho las técnicas viejas en bateo y mecánicas del pitcheo (y) cuando llegan aquí los peloteros les cuesta mucho trabajo enfrentarse a esa calidad en las series de afuera".
"El que hizo este formato (en Cuba) no sabe lo que es la pelota, porque en 45 juegos no se desarrolla un pelotero. Deben ser un poco más extensos los campeonatos (…) quieren hacer un formato como las Series Invernales, que cogen 7 u 8 refuerzos, pero al final no les da resultado".
¿Cuándo un pelotero cubano llega a las Grandes Ligas, con qué choca de entrada?
López Berrios habló por experiencia propia. Señaló que cuando un pelotero cubano comienza a jugar pelota profesional en EEUU, todo le resulta nuevo e interesante, "es como un trabajo que arroja frutos".
"Desde que tú entras al Club House, desde que tú llegas al parqueo, entras al terreno, es totalmente diferente el sistema americano en las Grandes Ligas; y en otros países igual, en República Dominicana, en Venezuela, donde se juega la Liga de Invierno en México".
"Tienes un seguro de vida que te cubre a la familia, tienes beneficios que no existen en la pelota cubana. Tú entrevistas a un pelotero que te dice: 'voy a trabajar', porque comienza a construir su futuro", aseguró.
Referente a las deserciones de los peloteros cubanos, dijo que "siempre seguirá en la mente de los peloteros cubanos las deserciones, en el sentido de probar su calidad".
"En Cuba la calidad se queda ahí; aquí en Grandes Ligas cada año tú vas subiendo, vas escalando, porque empiezas de abajo en una Clase A hasta que llegas a Grandes Ligas. En la isla, el nivel está ahí, y no pasas; el pelotero cubano se estanca".
Indicó que muchos de los peloteros cubanos en la isla están al tanto de que en EEUU se juega la Serie Mundial de las Grandes Ligas y "ven el futuro que tienen esos peloteros y ellos quieren tener lo mismo".
Comentó que cuando él viaja a Cuba para ver a su familia (Sagua La Grande, Villa Clara) recibe el apoyo del público que recuerda su actuación en la pelota nacional.
"La primera vez que fui tuve casi que irme porque se cerró el boulevard ahí y nadie me dejaba ni caminar. Me sentí muy contento de que la gente se acuerde de nosotros. Me preguntaron de todos los peloteros aquí".
Manifestó su simpatía por Yulieski "Yuli" Gurriel.
"Yuli me ha gustado como ha jugado. No cabe duda de que se iba a imponer en esta pelota. La calidad que tiene. Nunca lo había visto jugar en vivo en Cuba. Lo vi en otros lugares; lo vi aquí en unos tryouts antes de firmar y me impresionó muchísimo. Sabía que iba a llegar y sabía que iba a tener el resultado que está teniendo".
En su época de receptor con Villa Clara, López Berrios llamó la atención por su defensa y brazo poderoso.
En Cuba, bateó 115 cuadrangulares y 107 dobles, mientras en el aspecto defensivo promedió .985 (215 corredores atrapados robando en 453 intentos).
Jugó en el Mundial Juvenil de béisbol en 1986 y participó en 12 Series Nacionales, 7 Selectivas y dos Copas Revolución.
Además, integró la Preselección Nacional entre 1993 y 1997, y jugó con el equipo Cuba en los Centroamericanos celebrados en Puerto Rico en 1993. Sin embargo, las autoridades castristas (INDER) lo separaron del deporte activo en 1997 "por sospechas de mantener vínculos con (el lanzador) Rolando Arrojo y de querer emigrar".
(Redactado por Jorge P. Martínez, con reporte de Ricardo Quintana)