Los recuerdos del pasado están tan presentes, que el hoy lo disfrutamos al máximo.
Recordamos la Primavera Negra de Cuba y hoy apreciamos, vivimos y disfrutamos los grandes y pequeños placeres que Dios nos otorgó cuando nos trajo al mundo. Hoy no olvidamos lo malo para no volverlo a sufrir.
No olvidamos la cárcel, aunque vivamos en libertad.
No olvidamos las consecuencias de la separación de la familia, para que esta viva con futuro promisorio en perfecta paz y unión.
No olvidamos los tratos crueles inhumanos y degradantes ni las torturas recibidas, y le agradecemos a Dios el ser mejores personas después de conocer y padecer en carne propia el sufrimiento ajeno. Le agradecemos a Dios vivir sin odios, sin rencores, sin sed de venganzas. Le agradecemos a Dios existan tribunales de justicia para que nosotros no tengamos que hacerla valer por nuestras propias manos.
No olvidamos a los que malviven dentro de la isla cárcel, para ayudarlos a conquistar la libertad y puedan disfrutar el libre albedrío.
No podemos olvidar que los gobierno totalitarios, como el de Cuba: No cambian; solo se acomodan con el objetivo de mantenerse en el poder. No olvidemos los cantos de sirenas de otros tiempos y podremos disfrutar de verdaderos cambios para todos los cubanos.
No nos dejemos engañar para que Cuba viva en LIBERTAD.
No olvidemos que otras naciones, como la Sudafricana, necesitaron que el mundo libre aunara voluntades para librase del apartheid. La nación cubana, también, necesita que el mundo libre aúne voluntades para librase del Castrismo. No olvidemos a Cuba y Cuba será libre.
No olvidemos al premio Novel de la Paz y sobreviviente del holocausto, Eli Weiser cuando dijo: “Hay que tomar partido. La indiferencia solo ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio estimula a los verdugos, nunca a los que sufren”.
No olvidemos las consecuencias de un gobierno totalitario, corrupto, asesino… y así disfrutaremos y defenderemos la democracia.
No olvidemos la Primavera Negra de Cuba, no solo la de hace 10 años atrás, sino la que comenzó en 1959, para que la humanidad no tenga que sufrir primaveras tan negras y prolongadas como la de “La tierra más bella que ojos humanos han visto”.
A los que dan las órdenes y a los que la cumplen, a los que se creen intocables, a los cómplices de los crímenes del Castrismos, a los que se empeñan en que la primavera en Cuba continúe negra solo les decimos:
Vivimos, no olvidamos.
Recordamos la Primavera Negra de Cuba y hoy apreciamos, vivimos y disfrutamos los grandes y pequeños placeres que Dios nos otorgó cuando nos trajo al mundo. Hoy no olvidamos lo malo para no volverlo a sufrir.
No olvidamos la cárcel, aunque vivamos en libertad.
No olvidamos las consecuencias de la separación de la familia, para que esta viva con futuro promisorio en perfecta paz y unión.
No olvidamos los tratos crueles inhumanos y degradantes ni las torturas recibidas, y le agradecemos a Dios el ser mejores personas después de conocer y padecer en carne propia el sufrimiento ajeno. Le agradecemos a Dios vivir sin odios, sin rencores, sin sed de venganzas. Le agradecemos a Dios existan tribunales de justicia para que nosotros no tengamos que hacerla valer por nuestras propias manos.
No olvidamos a los que malviven dentro de la isla cárcel, para ayudarlos a conquistar la libertad y puedan disfrutar el libre albedrío.
No podemos olvidar que los gobierno totalitarios, como el de Cuba: No cambian; solo se acomodan con el objetivo de mantenerse en el poder. No olvidemos los cantos de sirenas de otros tiempos y podremos disfrutar de verdaderos cambios para todos los cubanos.
No nos dejemos engañar para que Cuba viva en LIBERTAD.
No olvidemos que otras naciones, como la Sudafricana, necesitaron que el mundo libre aunara voluntades para librase del apartheid. La nación cubana, también, necesita que el mundo libre aúne voluntades para librase del Castrismo. No olvidemos a Cuba y Cuba será libre.
No olvidemos al premio Novel de la Paz y sobreviviente del holocausto, Eli Weiser cuando dijo: “Hay que tomar partido. La indiferencia solo ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio estimula a los verdugos, nunca a los que sufren”.
No olvidemos las consecuencias de un gobierno totalitario, corrupto, asesino… y así disfrutaremos y defenderemos la democracia.
No olvidemos la Primavera Negra de Cuba, no solo la de hace 10 años atrás, sino la que comenzó en 1959, para que la humanidad no tenga que sufrir primaveras tan negras y prolongadas como la de “La tierra más bella que ojos humanos han visto”.
A los que dan las órdenes y a los que la cumplen, a los que se creen intocables, a los cómplices de los crímenes del Castrismos, a los que se empeñan en que la primavera en Cuba continúe negra solo les decimos:
Vivimos, no olvidamos.