Decenas de bayameses protagonizaron una protesta en las calles de esa ciudad del Oriente de Cuba el pasado domingo, 28 de enero, disgustados con el gobierno local que incumplió su promesa de situar 30 ómnibus para trasladarlos hasta la ciudad de Las Tunas, donde tendría lugar el último juego de la 57 Serie Nacional de Béisbol.
Los aficionados presenciarían el encuentro entre los Alazanes de Granma y los Leñadores de Las Tunas, confirmaron a Martí Noticias residentes en la zona.
El periodista independiente Roberto Rodríguez señaló que aunque no vio personalmente lo ocurrido, si observó los videos y habló con personas que presenciaron las protestas, en las que los bayameses gritaron "el pueblo no se queda".
Rodríguez explicó que el Gobierno de Bayamo había prometido que cuando los juegos pasaran a Las Tunas iba a situar ómnibus suficientes para que los aficionados pudieran trasladarse hacia esa ciudad. Pero cuando llegó el momento, escaseó el transporte.
"Hubo una manifestación bastante grande frente a las oficinas del Gobierno" de personas que marcharon, no solamente allí, sino en las calles, disgustadas porque las autoridades locales "no cumplieron con las promesas de las guaguas", dijo Rodríguez.
Otra residente en Bayamo, Julia Rosa Piña, dijo que "todo el mundo estaba a la expectativa de lo que iba a pasar y entonces el Gobierno quedó en poner 30 guaguas para que los aficionados fueran hasta Las Tunas, (pero) cuando el pueblo estuvo allí para irse en las guaguas, no estuvieron todos los ómnibus que habían dicho que iban a mandar".
Afirmó que, al final, las autoridades tuvieron que poner los ómnibus que faltaban.
Sin embargo, dijo que cuando regresaban a Bayamo, personas en Las Tunas lanzaron huevos y piedras a los ómnibus, y dañaron algunos cristales, disgustados por la derrota de su equipo.
Esta versión también fue confirmada por Rodríguez, y por la bayamesa Marelis Fonseca.
En un comunicado sobre la protesta en Bayamo, el movimiento opositor Directorio Democrático Cubano recuerda que "el régimen cubano reserva el escaso transporte del país para el uso de los turistas, dejando a los ciudadanos cubanos con poca capacidad de movilización".