Cuba, que sufre un déficit de azúcar para el consumo interno tras una precaria cosecha, espera evitar las importaciones recurriendo a sus reservas y planea empezar temprano la próxima zafra, dijeron funcionarios de la industria a Reuters.
La isla produjo 1,9 millones de toneladas de azúcar sin refinar el año pasado y exportó 1,1 millones de toneladas, según la Organización Internacional del Azúcar (ISO). Pero una larga sequía, el paso del huracán Irma en septiembre y las lluvias fuera de temporada impactaron la cosecha de este año.
La zafra normalmente empieza con unos pocos ingenios trabajando a fines de noviembre, y cerca de 50 están procesando la caña para enero cuando se asienta el clima frío. La mayoría de las plantas cierra para mayo.
En base a reportes de medios provinciales y de fuentes, Reuters calcula que la cosecha que acaba de concluir produjo 1,1 millones de toneladas de azúcar sin refinar, nivel similar a los de más un siglo atrás.
Liobel Pérez, portavoz de Azcuba, el monopolio estatal del azúcar, no quiso confirmar ni desmentir la estimación, en base aún política de La Habana de no entregar cifras en tiempo real para la industria.
Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas del endulzante y está con déficit tras exportar parte de la producción de este año y no cumplir otros contratos, dijeron operadores y fuentes del sector naviero.
"La próxima zafra se adelantará lo más que se pueda para satisfacer el consumo local", dijo Lourdes María Castellanos, directora de relaciones internacionales de Azcuba.
Castellanos dijo que la isla además recurriría a sus reservas, y a lo que sería un "pequeño recorte en las exportaciones, no en el consumo nacional".