El supuesto cambio de poder en Cuba anunciado por Raúl Castro para abril próximo no es un hecho aislado, sino una sucesión dinástica preparada durante años por la cúpula de poder castrista, dijo la opositora Rosa María Payá en entrevista exclusiva con el medio digital Zeta.
La joven disidente espera que ese proceso, que su padre Oswaldo Payá llamó "cambio fraude", no sea posible.
"Nosotros hemos estado trabajando muy duro en los últimos tiempos para lograr un proceso electoral legítimo, plural, que es la única vía para lograr un gobierno cubano que esté validado internacionalmente", dijo en referencia al proyecto Cuba Decide, que coordina junto a otros opositores al régimen de Raúl Castro.
Payá dijo a Zeta que la estrategia que ha seguido el Gobierno de la isla es la de "enviar señales a la comunidad internacional", como la flexibilización de su política migratoria, o el acercamiento con Estados Unidos, pero sin que haya ocurrido "ningún cambio trascendental para la ciudadanía cubana, sin que haya acceso para los derechos humanos".
La promotora de Cuba Decide señaló que aunque el gobierno de Raúl Castro es reconocido internacionalmente, la imagen que proyecta el régimen de La Habana se ha visto afectada por su conexión con la represión en Venezuela.
"La conexión entre el régimen cubano y la represión en Venezuela es muy clara. Eso ha marcado un cambio en la opinión pública en cuanto al régimen de Castro, que ha sido tan opresivo en Venezuela como lo es en Cuba, con la diferencia de que en la isla no hay prensa libre ni libertad de asociación", dijo al medio digital.
Sobre el proyecto que encabeza, señaló que el "plebiscito es el detonante de un proceso político que los cubanos no hemos vivido en 60 años. En Cuba no hay competencia política, por eso es que el plebiscito es importante y por eso es que Cuba Decide es una plataforma ciudadana, no una partidista".
Sobre la posible sucesión de Miguel Díaz-Canel en el poder, Payá dijo no tener esperanzas de que su nombramiento signifique un cambio hacia la democracia, o hacia una posible flexibilización del régimen.
En su opinión, "Díaz-Canel no puede ser la referencia, como tampoco la puede ser Raúl Castro". Payá no espera que "una clase criminal, reaccionaria, como es la cúpula partidista, vaya a cometer suicidio", sino que se aferren "al poder y sus privilegios hasta las últimas consecuencias".
Por eso, explicó, el proyecto Cuba Decide se enfoca en la "desobediencia civil y la lucha no violenta para forzar a ese régimen a algo que no quieren hacer, que es someterse a la voluntad soberana de la ciudadanía".
Payá recordó que el Gobierno de la isla es un "régimen que no es legítimo, que jamás ha sido elegido por la ciudadanía", y espera que la comunidad internacional acompañe a Cuba Decide en su llamado a un plebiscito vinculante, que le de la oportunidad a los cubanos de decidir su futuro.
Payá dijo a Zeta que el plebiscito es una estrategia que puede abrir una ventana a "cierta continuidad institucional", y a "un proceso de transición pacífica, sin que haya caos". Pero la única forma de llevarlo a cabo es a través de la "movilización ciudadana, de la lucha no violenta, de la desobediciencia civil", aclaró.
La activista subrayó que la única razón por la cual el régimen de La Habana se sostiene en el poder "es por el miedo".
"Los cubanos tenemos miedo porque la represión del régimen es brutal", dijo Payá, y recordó el asesinato de su padre, y los miles de cubanos que "han sido fusilados en paredones, secuestrados, desaparecidos por el régimen".
La opositora dijo a Zeta que "hay cientos de miles de presos políticos en sesenta años y los cubanos saben muy bien que se están enfrentando a un poder que es capaz hasta de asesinarlos. Es importante que se sepa, porque por muchos años el pueblo cubano ha sido un pueblo abandonado a su suerte, un pueblo que ha caminado solo, que se enfrenta solo a la opresión, teniendo que soportar que el resto del mundo ensalce al régimen, que le llamen la isla de la libertad a un país donde hay 12 millones de esclavos".
Payá añadió que aunque los cubanos nunca han dejado de enfrentarse a esa opresión, lo han hecho desde el aislamiento, y llamó a cambiar esa percepción.