El papa Francisco partió de Cuba pasado el mediodía desde Santiago de Cuba hacia Estados Unidos, tras realizar una visita de 72 horas a la isla comunista, durante la cual ofició tres misas y sostuvo sendos encuentros con los hermanos Fidel y Raúl Castro.
El avión que trasladó al pontífice despegó del aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba con destino a la Base Aérea de Andrews en Washington D.C.
El gobernante cubano Raúl Castro acompañó a Francisco hasta la escalerilla del avión. Ni el pontífice ni el mandatario cubano pronunciaron discursos de despedida.
Los santiagueros dieron una despedida con ambiente de carnaval al papa Francisco, a su paso en el 'papamóvil' por sus pintorescas callejuelas, antes de partir a Estados Unidos. La comitiva del Papa entró hacia la Catedral de Santiago por la calle Aguilera y se detuvo un momento frente a la antigua iglesia de Dolores, reconvertida en sala de conciertos, junto a la plaza del mismo nombre, donde se habían congregado desde la madrugada cientos de personas para saludarlo.
"Esto es como un carnaval", declaró a AFP Josefina Prosper, de 17 años, presidenta de la Federación de Estudiantes Secundarios de la provincia, aludiendo a la fiesta tradicional que se celebra cada julio en Santiago de Cuba, la mayor ciudad del oriente de la isla.
"Hoy es mejor todavía, porque hay más alegría", dijo su compañero Víctor Manuel Sánchez, también de 17 años, aunque su profesora de Física, Natacha Expósito, intervino para aclarar que eran "acontecimientos diferentes".
"En los carnavales se desborda mucha alegría y energía, pero esto es diferente, esto es único, porque carnavales hay todos los años", explicó a AFP la maestra, que dijo ser prima del jefe del Partido Comunista en la provincia, Lázaro Fernando Expósito, quien ejerce como gobernador. La breve detención en la antigua iglesia de Dolores que hizo el Papa, quien iba acompañado en el papamóvil por el arzobispo de Santiago, Dionisio García, desató gritos de la multitud que había esperado cuatro horas para verlo.
Aunque no era posible escuchar lo que le decía el arzobispo a Francisco, es posible que le contara que ese templo inaugurado en 1908 (en el sitio donde había una ermita del siglo XVII), ahora es la más famosa sala de conciertos de la ciudad.
Tras un incendio que destruyó el templo parcialmente en 1975, para facilitar su reconstrucción el Arzobispado donó el inmueble al Estado, que lo reconvirtió en la Sala de Conciertos Dolores, que posee fama de tener de las mejores acústicas de la isla. Allí actúa el famoso Orfeón Santiago y todavía conserva su órgano original.
Curiosamente, a pocos metros de donde se detuvo temporalmente el papamóvil está el 'Bar Don Pancho', apodo de los Francisco, que exhibía en su vidriera una enorme foto del Papa junto a una imagen de una botella del famoso ron Santiago. El Papa reanudó su trayecto hacia la catedral, donde poco después bendijo a la ciudad y bromeó diciendo que "no existe suegra perfecta".
Los congregados en la plaza rieron cuando vieron que el final de la larga comitiva de Francisco iba un papamóvil vacío de repuesto. Luego, la multitud, que había estado ordenada hasta ese momento, ocupó las calles en un ambiente festivo tal como en la fiesta del carnaval de cada 25 de julio. "El papa me dio su bendición", repetía emocionada Sheila Álvarez, de 11 años, alumna de séptimo grado de la escuela José de la Luz y Caballeros.
También estaba emocionada Dolores "Lola" López, una turista española acompañada por sus amigas Mercedes y Paz García, quienes por coincidencia estaban en la misma ciudad que el Papa. "Nos ha pillado aquí de vacaciones", dijo García a AFP.