Dos activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) están cercados por la policía política desde el 5 de febrero, en la casa que sirve como sede nacional a este grupo opositor.
Se trata de Záqueo Báez (conocido tras su acción de acercarse al papa Francisco en la misa en La Habana en septiembre de 2015) y Arcelio Molina, propietario de la vivienda, ubicada en calle 30 del municipio Playa, en La Habana.
"La casa ha estado bajo asedio policial por varios días y no dejan entrar a ninguna persona", confirmó Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), a Martí Noticias.
"Fui a interesarme por la situación de Arcelio Molina, propietario de la casa. Y un oficial de la policía secreta me dijo que no podía entrar", dijo Elizardo Sánchez, quien fue interceptado este miércoles cuando llegó al lugar.
Sánchez dijo que los oficiales están allí sin una orden judicial y al parecer tienen orden de detener a Zaqueo Báez si sale del lugar.
"Es un asunto de "pura fuerza" por parte de las autoridades", apuntó.
En su cuenta de Twitter, el activista Arcelio Molina destacó hoy "la policía política en asedio a la sede de la UNPACU continúa molestando a vecinos tocando timbres y provocando que perros del barrio ladren escandalosamente".
"Al opositor Zaqueo Báez lo han amenazado con que si sale de allí, lo van a detener. A otros activistas que han intentado entrar, los amenazan con el arresto si no desisten del empeño en llegar", destacó Molina en redes sociales.
Báez dijo el lunes a Martí Noticias que no descartaba que el asedio contra él esté relacionado con la presencia del Papa en la isla este viernes.
Este miércoles también fue detenida Aimara Prieto, esposa del activista Ismael Reñí, cuando intentó llegar a la sede nacional de UNPACU.
Ismael Reñí, arrestado junto a Báez en septiembre cuando se acercaron al papamóvil en La Habana, está detenido en paradero desconocido desde el domingo pasado cuando participó en la marcha de la campaña #TodosMarchamos.