El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó hoy, con el rechazo de Rusia y Siria, una resolución que condena el uso de armas químicas por el régimen sirio de Bachar al Asad tanto en el pasado como recientemente, e insta a los responsables a rendir cuentas por su utilización.
Cuba es uno de los cuatro votos en contra de la resolución, junto a Venezuela, Burundi, China y Qatar.
La resolución, que fue presentada por Francia, Alemania, Italia, Jordania, Kuwait, Marruecos, Catar, Arabia Saudí, Turquía, el Reino Unido, Irlanda del Norte y EEUU, fue aprobada por 26 votos a favor, 4 en contra y 16 abstenciones.
Rechazo de La Habana a resolver crisis en Siria
Ya a principios de mes, la delegación cubana votó en contra, junto a los tres mismos países que lo hicieron este viernes, de una resolución donde se reclamaba a todas las partes combatientes en Siria, en particular al Gobierno, que permitiera la entrada de ayuda humanitaria a Guta Oriental, un área de la periferia de Damasco.
Entonces la resolución fue aprobada por 29 países, mientras que los cuatros votos en contra vinieron de Venezuela, Cuba, China y Burundi; y 14 se abstuvieron. También entonces los rusos intentaron colocar una enmienda al texto que era apyada por las delegaciones venezolanas, china, cubana y de Burundi.
El 23 de diciembre del 2016 la delegación cubana en la ONU se opuso a la creación de una comisión encargada de apoyar la investigación de los crímenes más graves cometidos en la guerra en Siria. La iniciativa, impulsada por Liechtenstein con el apoyo de decenas de países, obtuvo 105 votos a favor, 15 en contra y 52 abstenciones. Cuba fue uno de esos 15 países que se opusieron a la iniciativa, junto a Siria, Rusia, Irán, Venezuela, Sudáfrica, China, Argelia, Bielorrusia, Nicaragua, Bolivia, Burundi, Venezuela, Zimbabue, Sudan del Sur, Kirguiztan y Corea del Norte.
Rechaza el Consejo iniciativa rusa
El Consejo rechazó con 25 votos a favor y 8 en contra una enmienda de Rusia, que no es miembro del Consejo, a un párrafo que condena los actos terroristas y violaciones cometidos contra civiles por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), el Frente al Nusra (antigua denominación de la filial siria de Al Qaeda) y otras organizaciones terroristas.
Moscú quiso instar "a todos los países a no apoyar el terrorismo terroristas en Siria". Rusia dijo que no podía apoyar la resolución porque era un "nuevo intento de proteger" a grupos terroristas a los que los copatrocinadores del texto "aportan ayuda financiera".
Siria, que tampoco se sienta en el Consejo, dijo que el texto, al igual que las comisiones e investigaciones sobre las presuntas violaciones en el país árabe, son "herramientas para fabricar acusaciones" por parte de "aficionados" contra el Gobierno, incluido el uso de armas químicas", mientras que "se ignoran los crímenes cometidos por la coalición estadounidense".
Los países del Consejo prolongan no obstante en la resolución adoptada por un año el mandato de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Siria. Asimismo, condenan "en los términos más enérgicos posibles el uso reiterado de armas químicas en Siria", y expresan su firme convicción de que "las personas responsables del empleo de armas químicas deben rendir cuentas de sus actos".
El texto recuerda los informes del Mecanismo Conjunto de Investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y las Naciones Unidas en este sentido "y expresa gran preocupación por sus conclusiones de que las autoridades sirias fueron responsables del uso de armas químicas en varios ataques".
Cita el uso de gas sarín en un ataque -en Jan Shijún en abril de 2017- y la utilización de gas cloro en tres ataques: en Talmenes en 2014 y en Qmenas y Sarmin en 2015. Sobre todo, pone énfasis en que en las últimas semanas se han producido "constantes denuncias de uso de armas químicas en particular en la provincia de Idleb y Guta Oriental".
Además, la resolución también condena los ataques con mostaza sulfurada en Marea en 2015 y en Um-Housh en septiembre de 2016 perpetrados por el EI. La resolución condena asimismo la práctica de las autoridades sirias de utilizar municiones de racimo, así como el uso indiscriminado de armas pesadas y bombardeos aéreos, armas incendiarias, misiles balísticos y bombas de barril.
También hace referencia al asedio como arma de guerra y denuncia su uso intensivo por las autoridades sirias, especialmente en Guta Oriental. Destaca la situación particularmente preocupante en Idleb, donde, según la resolución, el uso de algunos de estos métodos de guerra por parte de las autoridades sirias ha provocado la muerte de numerosos civiles y el desplazamiento de 300.000 personas.
El texto reafirma finalmente que sólo puede haber una solución política al conflicto en Siria.
Con información de EFE, Radio Martí y redes sociales.