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La convivencia inteligente con la más flagrante de las injusticias


Sonia Garro junto a su esposo Ramón, antes del encarcelamiento de ambos.
Sonia Garro junto a su esposo Ramón, antes del encarcelamiento de ambos.

Sonia Garro y su esposo, Ramón Muñoz cumplirán 17 meses de detención arbitraria.

Sonia Garro y su esposo, Ramón Muñoz fueron detenidos el 18 de marzo de 2012. Dentro de muy poco cumplirán 17 meses de detención arbitraria.

La única razón que veo para tanta crueldad y ensañamiento es que ambos son negros. Vamos que ya hay algún que otro opositor que ha respondido a la brutalidad y el abuso de la policía revolucionaria, con uno que otro pescozón y las cosas quedaron así y nada más...felizmente.

Recientemente Amnistía Internacional (AI) declaró prisioneros de conciencia a un grupo de prisioneros políticos cubanos, militantes todos de UNPACU. La noticia es incuestionablemente buena, solo que no comprendo por qué ni Sonia ni Ramón clasifican para los aparentemente exigentes estándares de AI. Quizás se trate de que no se haya hecho una campaña suficientemente fuerte por ellos o simplemente que ellos no clasifican para los estándares de los que podrían hacer algo y no lo hacen.

Convivir de forma armónica con lo que el corazón siente como injusto, puede ser muy bien visto desde el ángulo de la madurez política. Convivir en armonía con la injusticia corporativa de los propios y rebatir la ajena, puede ser otra actitud que denote inteligencia y esa sabiduría tan especial exigida por los tiempos post modernos que vivimos.

Sonia Garro es una Dama de Blanco que fue arrestada en compañía de su esposo Ramón, cuando escenificaron una protesta contra un procedimiento policial abusivo. En un medio como el nuestro en que sobran procedimientos policiales abusivos, se necesita algo más y tanto ella como como Ramón no lo tienen. Entonces, aunque se trate de una injusticia flagrante, se impondrán otras prioridades.

Si bien es cierto que el periodismo va de información y no hay nada nuevo que decir sobre el aletargado caso de Sonia Garro y Ramón Muñoz, o la brutalidad de la policía revolucionaria, siempre quedaría aquello de las conciencias intranquilas. Entonces la lección a aprender estaría en saber que una injusticia siempre dispondrá de espacios para la supervivencia, en dependencia de cuándo, cómo y quién la cometa.

En fin, para la contemporaneidad, la injusticia y la justicia son valores muy relativos, por flagrantes que estas puedan ser o parecer. Quizás lo más inteligente sea aprender a convivir con esta injusticia y a partir de ella, aprender a convivir con todas las demás. El optimismo radica en ver la oportunidad, donde otros solo ven el obstáculo.

Como la vida está compuesta de opciones, se trataría de optar por lo más inteligente, entonces, limitémonos a ver y rebatir el tipo de injusticia que entre dentro de las prioridades de lo posible. Esta será la más sabia de las lecciones sobre cómo no ganar enemigos, aunque fuere o no discutible el valor o la durabilidad de los amigos que se ganen con este racional estilo.

Mientras tanto, Sonia Garro y su esposo languidecen en dantescas cárceles en Cuba. Quizás haya suerte y pronto se conviertan en una prioridad para aquellos que las establecen. El próximo 18 de agosto sólo habrán transcurrido 17 meses de detención arbitraria y como dije con anterioridad, se trata de negros.

Publicado en Primavera Digital el 12 de agosto de 2013.
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