Desde que el Gobierno de Cuba puso en vigor en enero su reforma migratoria,182.799 cubanos han viajado al exterior, informó la televisión estatal de la isla.
La media de estancia fuera de la isla fue de un mes, de acuerdo con el reportaje.
El programa televisivo también reveló que más de 1.900 emigrados cubanos han solicitado establecer nuevamente su residencia en Cuba.
Sobre ese particular, el segundo jefe de Inmigración y Extranjería del ministerio del Interior, Lamberto Fraga, explicó que “fundamentalmente se está tomando en cuenta la voluntad de la persona de residir en Cuba”.
“El hecho de que vuelvan a residir en la isla no significa que no puedan viajar al exterior ni que tengan que renunciar a su residencia en otro país”, precisó.
Según el funcionario, un emigrado que regrese “tiene la posibilidad de residir en Cuba, continuar residiendo en el país donde estaba o simplemente quedarse a vivir en la isla y viajar con las condiciones de los cubanos que residen en el país”.
Cubanos entrevistados se manifestaron en general beneficiados por la reforma migratoria.
La anhelada reforma suprimió restrictivos trámites para poder viajar fuera del país como el denostado “permiso de salida” o tarjeta blanca que concedían las autoridades. Ahora para viajar se necesita básicamente un pasaporte cubano válido y la visa del país de destino.
La nueva legislación mantiene no obstante excepciones por razones de “seguridad nacional”, “defensa”, “Interés público” y “preservación de la fuerza de trabajo calificada”. Tampoco pueden viajar quienes tengan sentencias u otros problemas legales pendientes.
La medida amplió asimismo de 11 a 24 meses el tiempo que un cubano puede permanecer en el exterior por motivos particulares, y se facilitaron la entradas temporales de cubanos residentes en el extranjero incluyendo a algunos que según el Gobierno abandonaron “ilegalmente” el país.
La media de estancia fuera de la isla fue de un mes, de acuerdo con el reportaje.
El programa televisivo también reveló que más de 1.900 emigrados cubanos han solicitado establecer nuevamente su residencia en Cuba.
Sobre ese particular, el segundo jefe de Inmigración y Extranjería del ministerio del Interior, Lamberto Fraga, explicó que “fundamentalmente se está tomando en cuenta la voluntad de la persona de residir en Cuba”.
“El hecho de que vuelvan a residir en la isla no significa que no puedan viajar al exterior ni que tengan que renunciar a su residencia en otro país”, precisó.
Según el funcionario, un emigrado que regrese “tiene la posibilidad de residir en Cuba, continuar residiendo en el país donde estaba o simplemente quedarse a vivir en la isla y viajar con las condiciones de los cubanos que residen en el país”.
Cubanos entrevistados se manifestaron en general beneficiados por la reforma migratoria.
La anhelada reforma suprimió restrictivos trámites para poder viajar fuera del país como el denostado “permiso de salida” o tarjeta blanca que concedían las autoridades. Ahora para viajar se necesita básicamente un pasaporte cubano válido y la visa del país de destino.
La nueva legislación mantiene no obstante excepciones por razones de “seguridad nacional”, “defensa”, “Interés público” y “preservación de la fuerza de trabajo calificada”. Tampoco pueden viajar quienes tengan sentencias u otros problemas legales pendientes.
La medida amplió asimismo de 11 a 24 meses el tiempo que un cubano puede permanecer en el exterior por motivos particulares, y se facilitaron la entradas temporales de cubanos residentes en el extranjero incluyendo a algunos que según el Gobierno abandonaron “ilegalmente” el país.
